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Barcelona 3 – 1 Man. United: La cuarta Copa de Europa azulgrana

Una noche mágica en Wembley donde el FC Barcelona fue el mejor equipo de la temporada 2010-2011 a nivel europeo.

Formaciones iniciales

El FC Barcelona entra de forma definitiva en el podio de los mejores equipos de la historia, imponiendo una hegemonía, marcando una época dentro del fútbol mundial.

El equipo con el mejor rendimiento de la actualidad derrotó sin ningún tipo de dudas al mejor club de Inglaterra. El famoso triángulo Xavi – Iniesta – Messi se vio en su máxima expresión, a costa de las libertades de su rival.

En las formaciones iniciales, Ferguson no dio ninguna sorpresa con el 4-4-1-1 utilizado en los últimos juegos importantes. Por su parte Pep Guardiola  si dio la campanada, colocando a Eric Abidal como estelar y dejando en banca a Puyol. En su lugar Mascherano completó la zaga de centrales.

Los primeros 10 minutos del juego fueron casi una copia de la final del 2009. Manchester United presionaba muy arriba a los catalanes. Víctor Valdés envió durante esos minutos un mal pase hacia la banda forzado por la marcación rival, tal y como ocurrió en la final en Roma durante los minutos iniciales.

Después de esos minutos de intensidad al máximo del Man United, el Barcelona comenzó a recuperar la posesión y paulatinamente su rival retrocedía para la fase defensiva.

La balanza se inclinó a favor de los blaugranas con el juego en el centro del campo. El triángulo mágico entre Xavi-Iniesta-Messi era indescifrable o imposible de contrarrestar por parte de los Red Devils. En lo básico, la situación se tornaba complicada cuando Messi retrocedía al medio campo. Esto tuvo dos consecuencias importantes. Primero al Messi juntarse con los mediocampistas, tenían superioridad numérica y la Pulga aparecía sin marca o con mucho espacio por atacar. No había ningún elemento del Man United que tomara responsabilidad sobre los movimientos de Messi. Esto a pesar del parado tan estrecho del United, que dejaba a Carrick como el hombre más cercano en la zona para perseguir a Messi. Segundo, cuando Lio se alejaba de los centrales del Man Utd, abría espacios para que Villa y Pedro se metieran al área.

Esa situación en la zona medular, era precisamente la razón por la cual tanto Cesc Fabregas como Jack Wilshere señalaban en sus análisis previos, con respecto a la formación táctica que Alex Ferguson debía utilizar según sus puntos de vista, sugerían excluir a Chicharito para la participación de Fletcher o Anderson, y no peder numéricamente en el medio. Pero Ferguson no cambió su sistema y los peores temores se hicieron realidad. Este aspecto táctico es el que se le discute al entrenador escocés. Sin embargo Ferguson resume el partido en que simplemente el Barcelona fue superior, sin importar el sistema utilizado.

La apertura del marcador pareció inminente. Las oportunidades azulgranas eran vastas y claras. Llegó el gol de Pedro. Luego de una recuperación en el centro del campo, tardaron exactamente 12 segundos en definir la jugada, entre las libertades, espacios y velocidad aplicada.

No era muy claro vislumbrar una respuesta por parte del Man United. Sin embargo luego de un saque de banda de Abidal y con algo de contribución por descuido de la zaga barcelonista, Giggs y Rooney se combinaron de forma magnífica para emparejar el resultado. Así terminó el primer tiempo.

A pesar del empate, el dominio era de los catalanes. En el segundo tiempo ese dominio continuó pero esta vez con repercusiones en el marcador. Primero fue Messi, de sobresaliente desempeño, con espacio y tiempo para rematar frente al área puso el 2 x 1 al ‘54.  Esos momentos fueron fatales para el United, donde se vio peor y los cambios desde el banquillo tardaron en llegar. Antes llegó el tercer gol del Barcelona, al ’69. El gol más elegante de la noche, con un remate desde fuera del área de David Villa, con mucha colocación que se incrustó en el ángulo izquierdo del marco defendido por Edwin Van der Sar.   Era el game over.

Ferguson hizo variantes. Ingresó Scholes y Nani. Sin embargo el efecto no fue lo suficiente como para ponerlos de vuelta en la disputa. El Barcelona estaba con mucha confianza y seguridad de haber relizado ya la labor suficiente para conseguir la ansiada Copa de Europa.

Foto portada: ElPais.com