Sin miedo a equivocarme, nuevamente quedó demostrado quien es, y quien ha sido el mejor jugador costarricense en los últimos años. Creo que no hace falta ni nombrarlo.
Jamás olvidaré aquel día en el que el AEK enfrentaba de visita al Real Madrid. Por motivos académicos no pude observar el partido en vivo, así que lo dejé grabando el partido con ayuda de mi madre. De pronto recibo una llamada de mi casa, contesto y mi madre me dice el resultado final…2-2, me pensé que bueno, un buen resultado para los dos ticos (Centeno y Wright)…jugó Paté?- pregunté…sí anotó el del empate final…me quedé sin palabras, colgué la llamada, salí del colegio corriendo a ver el gol.
Narrado por el legendario Luis Omar Tapia, aquel gol quedó grabado en mi cabeza como uno de los momentos más agradables del fútbol costarricense, y como el comentarista de ESPN en ese momento, Diego Baldado, dijo que Wálter Centeno nunca olvidaría ese gol en su vida…no sólo él, todos los ticos jamás lo olvidaremos.
Un tipo odiado por muchos, acusado de “juega ‘e vivo”, de odioso, de tímido….pero también muy respetado y admirado. Proveniente de la zona sur del país, Walter es de los últimos sobrevivientes de una generación dorada costarricense (2001-2002).
Aquel mundial del 2002 representaba una gran oportunidad de mostrar ante el mundo muchas cosas, que la eliminatoria no había sido algo de casualidad. Como si del destino se tratara, el segundo apellido de Wálter sería el lugar donde acudiría para jugar el mundial. Lamentablemente para él, no pudo sobresalir como esperaba, fallando dos jugadas increíbles, una ante Turquía y otra contra Brasil, aún así levantó los aplausos de propios y extraños en los graderíos y llamó la antención de visores europeos, más concretamente del fútbol griego, donde acudiría a jugar con el AEK.
Vino lo del gol en el Bernabéu, y después un gol en el olímpico de Roma, ante el A.S. Roma, otro de los rivales de la primera fase de la Champions League. Lamentablemente los goles de Centeno y el buen trabajo defensivo de Mauricio Wright, no alcanzaron para clasificar al AEK a la segunda fase, los empates ante el Gent de Bélgica los dejaron en el camino.
Un desorden financiero en el club griego hicieron que Centeno se viera obligado a regresar al país, al equipo de siempre el Deportivo Saprissa, revitalizado con la llegada del empresario Jorge Vergara.
Los últimos años han sido muy buenos para Centeno, a excepción de la decepción de Alemania 2006, aún así fué uno de los más destacados, principalmente en los pases que le hizo a Wanchope en el partido inagural, pero en el ámbito local, con el Deportivo Saprissa lo ha ganado todo, incluyendo su paso por el mundial de clubes donde consiguieron el tercer lugar.
Todavía queda mucho que hablar sobre este jugador, que casi se va al fútbol mexicano a principios de año, su padre desea que se retire con la LDA, algo que muchos ven imposibles, pero como él mismo dijo no cierra las puertas a esa posibilidad.
Esperemos que nos siga brindando espectáculo cada vez que juega, y nos pueda dar nuevas alegrías con la selección.
De regalo y de tributo, un gol histórico. Saludos…