Era el 9 de junio de 2006, la inaguración del campeonato mundial de futbol en Alemania. Con un Allianz Arena a reventar, Costa Rica se preparaba para enfrentar a la selección anfitriona. Gilberto Martínez quien había llegado desde Italia, y por estar recién recuperado de una lesión en su rodilla izquierda era duda para el partido. Pero había un problema, no había nadie que lo sustituyera, y además era la inaguración, nadie se la quiere perder. Ya sea por terquedad del jugador o insistencia del cuerpo técnico, el tuma fue titular aquel día. No pasaron muchos minutos del segundo tiempo para que el jugador oriundo de la zona sur se resintiera de su rodilla y tuvo que ser sustituido al minuto 75 por Jervis Drummond. Ni él ni nadie sospechaban que aquella lesión signicaría semejante calvario de más de 2 años alejado de las canchas. Su futuro en el AC Roma, equipo que acababa de adquirir sus servicios, se vio completamente destruido y un año más tarde fue devuelto al Brescia en donde se mantendría en recuperación y a la espectativa desde agosto del 2007. El pasado fin de semana, con la cabeza rapada como significando haberse quitado un peso de encima, Gilberto Martínez (número 26 en la foto de arriba) volvió a participar de un encuentro oficial, lo hizo frente al Torino por
Esperamos que ahora vuelva con mucha energía y ganas de trabajar, y que pueda colaborar mucho con la selección, ya que sabemos lo que él puede aportar gracias a sus capacidades. Durante la eliminatoria hacia Alemania quedó debiendo un poco, incluso algunos sectores de la prensa nacional lo criticaron en su momento, como en aquel partido en el Mateo Flores frente a Guatemala, en donde Juan Carlos Plata nos anotó sobrellevando la marca de Martínez. Creo que nadie más que él desea una nueva oportunidad en la selección, luchando por volver a una copa del mundo y olvidarse de aquel fatídico 9 de junio.