Los dos equipos llegaban obligados. A pesar de esto los dos salieron muy cautelosos. Grecia por un lado, con un 3-4-2-1. Doble pivote en el medio con Katsouranis y Tziolis. Dos volantes; Karagounis y Salpingidis. En punta Gekas. Lars Lagerbäck cambió también el esquema con respecto al partido anterior frente a Argentina. Pasó del 4-3-3 al 4-4-2. En punta Yakubu y Odemwingie. Uche por izquierda, en actitud más ofensiva, y por derecha Kaita.
Nigeria ya se había puesto al frente con el gol de Uche. Llegó el momento clave del partido con la expulsión de Kaita. Nigeria se agrupaba en 4-3-2 aunque luego en el medio tiempo cambió a 4-4-1. Otto Rehhagel decide cambiar oportunamente el esquema en busca de la victoria. Saca a un central para el ingreso de Samaras, con un 4-1-3-2. Cae el empate. Grecia se veía fuerte, los papeles habían cambiado. Aparecieron las figuras en Grecia. Tziolis, del Siena, comandó la salida con pelota dominada. Apareció por todo el terreno de juego con un despliegue físico sensacional. Buen toque de balón. De un disparo suyo vino el rechazo de Enyema que aprovechó Torosidis para el gol del triunfo. Llegando los minutos finales Rehhagel decide cuidar el marcador, saca a Gekas para la entrada de Ninis, cambia a un 4-1-4-1 con el que logró controlar el cierre.
Nigeria había tenido una chance clarísima en los pies de Obasi cuando el marcador aún estaba 1-1, pero la desperdició increíblemente. Ya con el marcador en contra y con un hombre de menos, la confianza no fue la misma y se vieron imposibilitados para llegar al empate. Una lástima para este equipo africano que dominaba el partido, pero la jugada de desconcentración de Kaita y el error de Enyema les cuesta el resultado y con ello la casi eliminación del mundial. Grecia aún tiene un chance, esperando sacar un resultado positivo contra Argentina.