Los libros de historia siempre resaltarán este impactante resultado. La estrategia, el análisis, la táctica y el trabajo grupal han demostrado una vez más ser más efectivo que los mejores individualistas juntos.
En la previa Maradona comentaba que no se preocupaban por el funcionamiento de Alemania, sino que enfocaban en su propio estilo. Han pagado muy caro su desconocimiento de un rival que por el contrario, no solamente tenía una apuesta clara defensiva sino que también conocían los puntos débiles del sistema que utilizaba Maradona.
No podía estar más tranquilo Joachim Löw al ver la formación inicial Argentina, a sabiendas de que el medio campo germano era muy superior al de la albiceleste. El 4-2-3-1 de siempre contra el planteamiento poco rígido de Argentina. El líder de la gestión alemana fue sin duda Schweinsteiger con una marca personal sobre Lionel Messi. El jugador del Barcelona no es ciertamente un jugador con mentalidad defensiva, cuando Argentina no tenía el balón Messi no iba sobre Schweinsteiger, dándole muchas libertades. El 7 alemán fue el jugador con más pases durante el partido. Otro punto importante Kedhira también se sumaba a ataque con libertades, cuando Mascherano iba sobre Kedhira, Özil quedaba libre teniendo que salir otro jugador de posición para marcarlo. Maxi Rodríguez y Di María no son jugadores tampoco con aplicación defensiva estricta, no perseguían a los laterales. Lahm tuvo mucho espacio para sumarse al medio campo. Todas estas situaciones se fueron acumulando, la desventaja numérica en cada jugada hacía parecer que Alemania tenía más jugadores en el campo. Mascherano intentó hacerlo todo, cayendo en constantes faltas que pudieron haberle costado una tarjeta roja.
Desde el minuto 3 ya Müller había hecho el primero en un centro de Schweinstegier desde un tiro libre. Alemania también superando en jugadas a balón parado. Thomas Müller fue una de las figuras, acabando con defensores tan lentos como Heinze o Demichelis, su compañero de equipo. Mesut Özil cumplió su función. Ni que decir de Klose. Alemania defendió también de manera extraordinaria. Die Mannschaft parecía fútbol total comparado con un planteamiento tan pobre como el argentino. Los goles fueron cayendo como dagas aniquilando lentamente las esperanzas de los argentinos. La mística del 86, el entusiasmo y la motivación que le impregnó Maradona a su selección no fueron suficientes para avanzar más en esta Copa del Mundo. Por el contrario las dudas y debilidades mostradas durante la eliminatoria terminaron de la forma más desastrosa.
Esta joven selección alemana sigue dejando muy buenas sensaciones, con demostraciones soberbias de fútbol muy completo y con goleadas históricas. De pronto jugadores descartados como Klose y Podoski vuelven a estar en boca de todos, sumado a la explosión de la camada de juveniles encabezados por Müller y Özil. No nos olvidemos de Schweinstegier que evolucionó su posición desde un costado hacia el centro por mandato de Van Gaal en el Bayern Munich y que ha sido seguido por Löw en la Nationalmannschaft. El capitán Lahm ha estado a la altura de la cinta de capitán. Friedrich ha sido un pilar defensivamente, con mucha técnica para salir jugado, premiado con un gol en este partido contra Argentina.