El conjunto del Fulham tenía la difícil tarea de sacar algún punto en su visita al Emirates. Con las apuestas en contra y con algo de fortuna, logró sacar un empate a los Gunners y energizar su confianza en el campeonato de la English Premier League.
Arsene Wenger mostró su tradicional 4-2-3-1 con la participación en la zona medular de Alex Song y Mikel Arteta. Aaron Ramsey como enganche y por los flancos aparecieron Andrei Arshavin y Theo Walcott. En punta el jugador en mejor forma del plantel, Robin Van Persie. Eso si, como dato curioso, el Arsenal no mostraba un once inicial sin un jugador francés desde setiembre de 2005.
Martin Jol por su parte tampoco varió demasiado su sistema. Fue el 4-4-2 pero con la variante al 4-4-1-1. El cambio se da por los movimientos de Moussa Dembélé, ya que se sumaba al medio campo para topar a uno de los mediocentros del Arsenal, y no tener la desventaja numérica en la zona medular. Tanto Clint Dempsey como Bryan Ruiz tuvieron que cerrar los espacios y no permitir el avance de los laterales rivales. Ese ida y vuelta, retrocediendo muchos metros en labores defensivas y contragolpeando con velocidad, pasó la factura en el segundo tiempo.
El rendimiento del Fulham en la primera parte fue alto. Incluso teniendo uno de los planteamientos más ofensivos (en nombres) de la temporada, lo principal era no perder las posiciones defensivas. Sin embargo tuvieron ambición en algunos lapsos, presionando a los locales en propio campo, imposibilitando una fluida conexión en zona de creación en jugadores como Arteta, Song y Ramsey. En algunas ocasiones el Arsenal logró romper esa zona de presión y fueron los momentos que mayor peligro para el arco defendido por Mark Schwarzer.
La marcación fue muy fuerte en ambos equipos, característica de la mayoría de partidos del fútbol inglés.
El Fulham perdió intensidad en el segundo tiempo. El rendimiento en general disminuyó y la frecuencia de los contragolpes descendió en consecuencia. Sin embargo con algo de suerte logró abrir el marcador gracias al autogol de Thomas Vermaelen. Wenger argumentó sobre el autogol que “[Vermaelen ] anotó de forma desafortunada, muchos defensores zurdos rehúyen a jugar con el pie derecho”. Vermaelen intentó despejar con su pierna fuerte, pudiendo hacerlo de manera más apropiada con la derecha.
Wenger hizo ingresar a Gervinho, Diaby y Chamakh. Ciertamente el Arsenal tomó el control del juego y arrinconó al Fulham. En vista del desgaste, Martin Jol también hizo movimientos en sus filas, con el ingreso de Kasami y Johnson por Ruiz y Zamora.
Por esas cosas del fútbol, Vermaelen tuvo la oportunidad de reinvindicarse y anotó de cabeza al 82 el empate final. El centro fue proveniente de Theo Walcott, quien tuvo una destacada participación.
Sobre Bryan Ruiz
Posicionamiento y precisión de pases de Ruiz en el juego. Su posionamiento fue bastante retrasado y su precisión de pases aceptable:
Bryan Ruiz no desentonó durante los 75 minutos que estuvo dentro del campo. Durante el primer tiempo tuvo algunos chispazos interesantes, en donde le complicó el trabajo a André Santos. Incluso el defensor fue amonestado en uno de los duelos frente al costarricense, cuando detuvo el balón con la mano para impedir el avance en contragolpe de Ruiz que ya se perfilaba en soledad.
Cerró bien los espacios hacia la derecha y fue participativo en ofensiva, sin embargo en el segundo tiempo ya se mostraba fatigado. Gervinho entró de cambio por el sector de Ruiz y comenzó a generar peligro para el Fulham. Posiblemente por esta razón Martin Jol eligió a Ruiz para la sustitución y colocar a un jugador similar en posicionamiento como el suizo Pajtim Kasami para mantener la intensidad por ese sector.
Importante que Bryan Ruiz vaya tomando confianza y mejora su forma en la temporada, en busca de ganarse un puesto en el once inicial en la PL. Tanto en el partido contra España como frente a Arsenal, se deja entrever que puede competir a un alto nivel, pero su forma aún no está para completar los 90 minutos.
Foto portada: Guardian.co.uk