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El Salvador 0 – 1 Costa Rica: La “selecta” falló en impresionar y queda casi eliminada

El ente que rige el fútbol mundial catalogó el partido como de alto riesgo, debido a lo mucho que estaba en juego. Las dos selecciones han tenido una fase de grupos muy deficiente, llegando obligados a esta jornada a puntuar. Debido a que El Salvador cierra su participación en México, era necesario buscar la victoria y dejar sin posibilidades a Costa Rica que jugará el martes contra Guyana.

Juan de Dios Castillo propuso un 4-4-2 para el equipo cuscatleco. Denis Alas por delante de la línea de zagueros mientras que Eliseo Quintanilla más adelantado tratando de comunicar con los delanteros. Los malos resultados tampoco han llenado de regularidad el once inicial salvadoreño. La inclusión de Rodolfo Zelaya fue una de las sorpresas. Zelaya viene saliendo de una larga lesión y el cuerpo técnico asumió el riesgo. Esto tendría repercusiones importantes luego durante el partido.

Jorge Luis Pinto volvió a utilizar una formación basada en 5 defensores. Sin embargo la propuesta ofensiva fue diferente, por lo que el esquema se asemejó más a un 3-4-3 que al 5-4-1 que utilizó en el Estadio Azteca. En el mediocampo repitió con José Miguel Cubero y Yeltsin Tejeda en el centro, mientras que en los costados colocó a Christian Bolaños y a Bryan Ruiz – que debutaba en la eliminatoria. Al frente se inclinó por la fuerza de Álvaro Saborío.

Formaciones iniciales

Con estos antecedentes, el partido tomó un ritmo esperado durante los primeros 15 minutos. El Salvador presionando con ímpetu apostando a sus individualidades. Costa Rica por su parte estaba más cauteloso y con ciertos problemas para frenar a Rodolfo Zelaya. Los locales no lograban penetrar por los costados, y el desequilibrio de Zelaya fue su mejor arma. A pesar de esto Costa Rica tuvo una clara opción de gol cuando Bryan Ruiz habilitó a Álvaro Saborío por el centro de la defensa, pero este falló en el remate final.

Luego de ese primer cuarto de hora, Costa Rica comenzó a presiona más arriba. Cubero logró presionar tan arriba hasta topar con Denis Alas, lo que imposibilitaba la salida clara de los salvadoreños. Tejeda se quedó con Quintanilla, protegiendo la última línea defensiva.

Al jugar a perfil cambiado, los movimientos naturales de Bolaños y Ruiz hacia el centro permiten abrir espacio para las incursiones de los laterales Bryan Oviedo y Cristian Gamboa. Esto provocó que Jaime Alas y Osael Romero tuvieran muchas precauciones por las bandas.

La presión de los dos delanteros de El Salvador  fue pobre, posiblemente afectados por problemas físicos. Eliseo Quintanilla tampoco marcó adecuadamente por lo que Yeltsin Tejeda tuvo muchas libertades para controlar la pelota en salida.  Tejeda logró enviar balones largos con peligro durante el primer tiempo.

Ruiz retrocedió algunos metros para tomar el balón, lo que le permitió a Costa Rica tener mayor posesión de balón durante lo que restaba del primer tiempo. Puso pausa y controló los tiempos del partido para llevar el ritmo que Costa Rica quería.  Su aporte fue importante y le complicó mucho el juego a Denis Alas. El Salvador estaba con mucha frustración acumulada al no poder tomar el control de la posesión de la pelota, ocasionando muchas faltas con cierto cinismo. Fueron los mejores minutos de los ticos en el juego, generando peligro por los costados con las subidas de los laterales. Una jugada por la izquierda entre Gamboa y Bolaños propició un centro pasado al segundo palo, que Álvaro Saborío devolvió a Ruiz quien finalmente sirvió para Cubero que controló en el área y disparó rasante al palo largo del arquero Portillo, convirtiendo el único gol para Costa Rica.

Otra jugada desde la derecha, donde Tejeda sirvió en largo para Gamboa quien elevó un centro frente al área permitió a Cubero hacer una media vuelta que por poco transformó en el segundo gol costarricense.

Rafael Burgos terminó por lesionarse y en su lugar ingresó Nelson Bonilla. Rodolfo Zeleya estaba con problemas físicos y se resintió. La presión de los dos sobre Cubero y Tejeda siguió siendo deficiente. Para el segundo tiempo Zelaya también debió ser sustituido. Siendo este uno de los jugadores más destacados en su equipo – positiva y negativamente – esto no fue para nada favorable para su bando, al tener que gastar un segundo cambio obligado.

Para el segundo tiempo, el ingreso de Rándall Brenes (por Bryan Ruiz lesionado) produjo un cambio en ese aspecto de posesión de balón que dio buenos resultados a los ticos en el primer tiempo. Brenes va más al espacio, presionando al lateral rival, y no da ese jugador de más en el centro del campo. Tampoco el ingreso de Michael Barrantes por Yeltsin Tejeda corrigió este aspecto.

Con esto Costa Rica perdió mucho control en el juego, sin embargo El Salvador no pudo crear demasiado peligro a partir de ahí. Las ideas se fueron diluyendo ante la desventaja en el marcado y la presión del público.

Los costarricenses tomaron una actitud de no tomar riesgos, sacando el balón rápido de su propio terreno con cualquier tipo de pelotazo. Regaló muchos metros y esto es de los aspectos que más preocupa de cara a los posibles partidos de una hexagonal. El Salvador careció de muchas virtudes, y esto favoreció en el resultado final a los ticos, pero los equipos de la hexagonal deben tener mayores recursos para causar daño en casa. Con este planeamiento, hay diferencias muy grandes con la presencia de Bryan Ruiz. Al ser Ruiz últimamente un jugador tan frágil físicamente, es importante analizar cómo debe jugar la selección sin él en la cancha. Aquí también se deben tomar en cuenta los partidos contra México donde no se tuvo un buen rendimiento en un balance general.

Posiblemente un equipo como El Salvador ha tenido sus mejores partidos jugando de manera reactiva. Esto quiere decir más resguardado atrás, atacando al contragolpe, esperando la iniciativa del rival. Cuando deben ser proactivos la historia cambia por completo, ya que las ideas deben estar muy claras para saber qué hacer con el balón en los pies. Este fue uno de los principales pecados, sumado a que su estrategia de ataque no funcionó y no tuvieron una respuesta desde el banquillo para contrarrestarlo.  Con el partido cuesta arriba, la frustración los llevó a cometer faltas excesivamente violentas – con agresión incluida – y en consecuencia las dos expulsiones en los minutos finales. Con nueve hombres el empate era una utopía.

El resultado era lo más importante para Costa Rica y cumplió el objetivo. Al tener ese respiro en la clasificación, ahora debe dar el puntillazo final a esta etapa y derrotar al equipo de Guyana. La hexagonal está ahora muy favorable, sin embargo ese partido del próximo martes debe tomarse con la mayor seriedad. Hasta después de asegurar la clasificación, debe venir la etapa de análisis sobre esta primera fase en busca de dar una mejor cara para la hexagonal.

Imagen Principal: Aldia.co.cr