Marcelo el loco Bielsa tenía las ausencias importantes de Ponce y Medel en la zaga defensiva por lo que debía organizar su última línea sin perder el estilo ofensivo. Posiblemente sus preocupaciones defensivas lo obligaban a marcar mucho más arriba a Brasil, que ya de por sí estaba regalando algunos metros. Era una especie de 4-3-3 lo que propuso Bielsa, pero muy complejo, muy estirado hacia la izquierda con González y Beausejour. Por la posición tan adelantada de Vidal, siendo en teoría el lateral izquierdo, el esquema podría parecer un 3-4-3 moviendo al otro lateral Jara más hacia el centro.
Claro que los dos técnicos se estudiaron detenidamente. En Brasil también había ausencias, en este caso por lesión. Dunga se decide también por un 4-3-3 pero evidentemente sin la osadía de Chile. Los ataques por las bandas fueron muy reducidos, Brasil atacaba con pocos hombres, prácticamente limitados al contragolpe. Básicamente iniciaban la contra a través de los espacios abiertos cerca de los costados por los carrileros chilenos, para cerrar el ataque hacia el centro, donde se juntaban Kaká, Robinho y Luis Fabiano. Pero Brasil no abrió el marcador por este medio sino, por si fuera poco su pragmatismo, con un tiro de esquina en donde superan claramente en estatura a los chilenos, con los balones lanzados al segundo palo. El gol de Juan fue el inicio de la condena de la roja sudamericana.
Las siguientes dos anotaciones si fueron producto de contragolpes, aprovechando evidentemente una defensa chilena mucho más descuidada ya con el marcador en contra. Bielsa en el segundo tiempo cambió un poco más el esquema, con un 3-4-3 mucho menos complejo, formando un rombo en el centro con Valdivia. A pesar de los intentos de sorprender y sobrepasar la defensa brasileña, esto no fue posible. Ni siquiera con remates desde fuera del área. La verdeamarelha ya estaba muy replegada, bien agrupada esperando nada más la oportunidad de iniciar otro contragolpe.
Este Brasil sigue fiel al estilo Dunga sin deslumbrar pero ganando con holgura. Sin enamorar pero difícil de batir. Chile se despide dejando un buen sabor, reconociendo ese juego ofensivo tan ausente en esta copa del mundo. Nos espera un lindísimo duelo entre Brasil y Holanda en cuartos de final, esperando que este sea tan emocionante como el recordado partido en USA 1994 también en fase de cuartos de final y en semifinales de Francia 1998, que tuvo que definirse en penales.