Enfrentar casi 45 minutos de partido con nueve jugadores contra once del rival jugando de visita, es una tarea prácticamente imposible. Esto quedó ejemplarizado en el partido que disputaron Herediano y Limón FC.
No hay mucho que descubrir tácticamente en relación al resultado final si tomamos como punto de partida un marcador de cero a cero, cuando Limón FC se queda con nueve jugadores. Aún así, los limonenses se mantuvieron con valentía, sin renunciar a los contragolpes, mientras los de casa buscaban los goles con muchas ganas pero poco orden.
Todo inició con mucha intensidad. Varios roces y posibilidades en los dos marcos. Herediano atacaba con abundantes hombres, especialmente en subidas por los costados que terminaron generalmente en centros al área limonense. Al atacar con tantos elementos, herediano dio libertades atrás, ocasionando buenos espacios para los contragolpes de Limón. En más de una ocasión los caribeños estuvieron cerca de ponerse adelante en el marcador.
Esencialmente la derrota limonense se origina gracias a errores en el control emocional de los jugadores, más que en problemas tácticos o de posicionamiento. Si bien es cierto la primera expulsión es muy discutible (Cunningham), la segunda es para tomarse la cabeza. Krasher Mooke entró en el entretiempo para reacomodar el mediocampo a raíz precisamente de la tarjeta roja de Cunnigham y él mismo decidió, con su agresión a José Cubero, dejar a sus compañeros con un hombre menos disponible.
El primer gol florense fue sensacional. El control de Víctor Núñez dentro del área es bueno. Con un solo toque elude con un globo a Sunsing. Pero la definición de media volea limpia lo anterior y enmarca una de las mejores anotaciones del campeonato. Muy poco tiempo después, Jorge Barbosa, uno de los cambios de Giuntini en busca de la victoria, definió la jugada individual con precisión por medio de un disparo rasante que se coló en medio de dos defensores limonenses en el área . La estirada de Dexter Lewis fue estéril.
Entre lo rescatable de Limón, el planteamiento táctico de Rónald Mora fue más que decente. Un 4-4-2 bien organizado en rombo, para acoplar las marcas adecuadamente al rombo que herediano planteaba en el medio. Si bien es cierto por los costados tenía problemas para defender, el centro fue un lugar inquebrantable y poco a poco se fue acomodando mejor para contener los avances heredianos. Con la primera expulsión, bajó a Sunsing a la posición de McLean, Pinnock se colocó en el centro y McLeen a la izquierda. La entrada de Mooke acomodaría mejor la situación, ya que Sunsing volvería a la posición de delantero, McLean regresaría a la derecha, Pinnock se mantenía al centro y Mooke se ocuparía de transitar los espacios por la izquierda. Evidentemente tras la equivocación de Mooke, Sunsing debió tomar el lugar de volante derecho, y McLean reposicionado a la izquierda.
Herediano no jugó un partido como ellos lo esperaban. No tuvieron orden y menos tranquilidad para atacar sin dejar espacios atrás. Estaban obligados a hacerlo, sin duda, pero también arriesgaron demasiado en momentos en donde incluso pudieron salir con un resultado menos favorable. Sin embargo los goles llegaron de uno u otra forma y ahora pueden plantear el partido de vuelta de una manera más tranquila, inteligente y cediendo la presión al rival.
Foto portada: Nacion.com
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