El sábado por la noche, la Liga Deportiva Alajuelense aplastó 4 – 0 al Club Sport Herediano y se metió en la gran final del campeonato de Primera División de Costa Rica.
Oscar Ramírez realizó una variante táctica muy importante para enfrentar este compromiso. El 4-4-2/4-5-1 había sido la constante durante el torneo. Sin embargo la aplicación defensiva del partido de ida dejó muchas dudas. Esto llevó a tomar medidas distintas. El planteamiento fue un 3-6-1/3-4-3 con varios matices importantes por analizar.
Si nos remontamos al partido de vuelta de la final del torneo anterior, específicamente el segundo tiempo, veremos a Alajuelense utilizando un sistema similar al aplicado el sábado por la noche. El rival era el mismo, pero lo más importante es que el sistema táctico de Giuntini, a grandes rasgos, era similar al de Orlando de León. Dos hombres en punta y cuatro en el mediocampo. Por lo tanto la idea de utilizar 3 centrales vs 2 delanteros que planteó Ramírez tenía una base táctica ya conocida. No obstante en aquella ocasión Ramírez tenía a su disposición varios delanteros. Esta vez solo estaba McDonald como primera opción y Cristian Lagos como plan B. De inicio al frente estuvieron McDonald junto a Guevara y Gabas, lo que formaba un 3-4-3. Pero en fase defensiva, con Guevara y Gabas retrocediendo al medio campo, el sistema fácilmente cambiaba a 3-6-1 para ejercer la presión sobre el rival. Seis hombres en el centro del campo contra cuatro (o cinco si tomamos en cuenta las ocasionales subidas de Obando o a Victor Núñez cuando colabora con el medio) de herediano era una diferencia considerable.
Precisamente esa superioridad numérica en el centro del campo, hacían pensar que Giuntini (exactamente la misma situación de De León en la final del torneo anterior) podía retirar a uno de sus delanteros para colocar otro jugador en el medio campo y reforzar sus transiciones defensivas. Sin embargo esto no fue así, el 4-4-2 se mantuvo buscando en cierta forma no perder la vocación ofensiva. En el centro si realizó una variante, al excluir a Badell para la participación de Carlos Hernández. Claramente le restaba salida al equipo en velocidad, pero reforzaba el mediocampo, al Hernández poder funcionar como contención ocasionalmente y colaborar con Cubero. Claro está en la actitud de los jugadores, Herediano no se defendió bien y tampoco tuvo peso ofensivo para sacudirse al menos del asedio rival.
De esta forma cualquiera que fuesen los planteamientos tácticos de ambos equipos, perdían importancia cuando en la actitud, Herediano pareció temeroso, con dudas y sin una estrategia definida. Nunca estuvo claro si el equipo florense buscó controlar más el balón o por el contrario retroceder un poco y cubrir mucho más zonas en su propio terreno. El cualquiera de las formas su rendimiento fue pobre y por consiguiente las oportunidades que Alajuelense generó tarde o temprano podían derivar en anotaciones.
Los erizos rápidamente pusieron gran intensidad a su juego, con importantes aproximaciones al marco rival desde los costados y una exhaustiva presión sobre los florenses, imposibilitados para mantener la posesión. La línea de presión fue muy arriba desde el primer minuto. No estaban generando remates directos pero si un peligro preocupante para los intereses rojiamarillos. Tan sólo tardó 25 minutos Alajuelense en ponerse al frente. El error es de Marvin Obando pero no se puede pasar por alto la fuerte presión que ejercía el equipo manudo.
En el segundo tiempo, ya con el equipo local enrumbado y psicológicamente convencido de la remontada, consiguieron goles en muy poco tiempo. Hicieron diferencia en los detalles. Goles al 49, 52 y 64 dieron la aplastante cifra final de 4 – 0.
Giuntini hizo un intento por recomponer el rumbo con el ingreso de Maximiliano Badell. Algunos periodistas aseguraron que fue el mejor jugador de herediano en este partido, lo cual dice en parte que el planteamiento inicial tal vez no fue el mejor. Claro está es muy complicado asegurar algo así.
El partido era de 180 minutos y en los últimos 90 Alajuelense fue muy superior a su adversario. Es por eso que la victoria pareció justa. Con aspectos tácticos de por medio siempre importantes, pero en la balanza da la sensación de ser simplemente mejor equipo en la actualidad, más allá del planteamiento y estrategia.
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