Para mi Jeaustin Campos es un misterio como entrenador. Es difícil decir cuál es el estilo de alguien a quien nunca se le ha dado los méritos que sus títulos con el deportivo Saprissa. ¿Cuál es la marca de Campos en la forma de jugar?, ¿en la actitud de sus jugadores? Uno se queda sin respuestas.
Campos llegó al Saprissa luego de la salida de Medford hacia la selección nacional. Arribó en un momento en el que los morados disputaban la recta final del campeonato de apertura 2006-2007, obteniendo el título en la final contra la LDA, la cual terminarían venciendo en penales. El titulo llegó a muy temprano para él. El equipo ya estaba formado y tenía jugadores de peso en el plantel. Sumado a la buena generación juvenil que dejaba margen para varios años de buen rendimiento. Sin embargo el ciclo se terminó hace varios meses. La era de Medford se caracterizó por la llegada de muchos jugadores, la de Campos por todo lo contrario. Pero todo ese dinero que ha entrado por la venta de jugadores no se ha reflejado en los fichajes. Parece que el DS ha preferido “hacer caja” y saldar las deudas que se vienen arrastrando desde hace tiempo. Precisamente las deudas que llevaron a la venta del Saprissa a Vergara. Al principio la inversión fue en grande. El tercer lugar en el mundial de clubes es un antes y un después para los morados en materia de inversión. Si hay algo que se le debe reconocer a Campos, es que la dirigencia morada no le ha dado el chance de traer los jugadores que hubiera querido. Esto para un equipo con aspiraciones a campeonatos, es algo fundamental el conseguir jugadores con calidad diferencial en el mercado. Sin importar que la política sea de traer solo jugadores costarricenses.
Afortunadamente para los tibaseños, han tenido una columna vertebral de jugadores veteranos que han rendido más de lo normal en el futbol nacional, probando su valía. Pero alrededor de esa columna vertebral ha sido un arme y desarme temporada tras temporada. Campos ha tenido que rotar jugadores en diferentes posiciones para suplir las carencias. Pero con eso alcanzaba. El bajo rendimiento de otros equipos en Costa Rica también ha favorecido el que Saprissa obtuviera mucho más títulos en torneos cortos durante los últimos años. A muchos aficionados y dirigentes no les importó que el rendimiento y calidad fuera en picada de igual forma. Y se ve reflejado en los últimos torneos internacionales en los que han tenido participación. Con la reciente eliminación del torneo de Concacaf, la paciencia de la afición parece que se ha terminado. Acostumbrados a otra cosa, pagar por una entrada fielmente para ver a su equipo, parece algo mucho más difícil.
Hoy en día el equipo está en un desequilibrio de rendimiento en sus jugadores evidente, cero tolerancia hacia el técnico, y lo que es peor, una falta de confianza palpable. Víctor Badilla, gerente deportivo y vocero del Saprissa, ya ha repetido que los fichajes llegaran la próxima temporada para iniciar un nuevo proyecto. La reciente visita de dirigentes morados desde México hace pensar que habrá inversión en infraestructura y en planilla. ¿Estará J. Campos en los planes para iniciar un nuevo ciclo ¿Merece la oportunidad de verdaderamente planificar y formar de nuevo un equipo sobresaliente en Concacaf? Yo le doy el beneficio de la duda aunque su actitud no le ayude a darle reconocimiento.
El miércoles, aunque no se decide el campeonato, los dos equipos se juegan el orgullo. El Saprissa y su entrenador se juegan aun más que eso. Se juega con la planificación de toda la temporada.