Mientras iba saliendo de la cancha, miraba el césped verde empañado con manchas oscuras de barro a causa de las lluvias de los últimos días. Me hicieron recordar los muchos partidos que ahí se disputaron. Curiosamente el barro fue la constante en muchos de los encuentros más importantes que se recuerdan. En esta ocasión en vez de lluvia hubo un fuerte sol, pero el barro ahí estaba.”
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