Los toros del norte consiguieron el domingo en la tarde lo menos esperado. Eliminaron al Deportivo Saprissa al derrotarlos 0 – 2 en el Estadio Ricardo Saprissa y se clasificaron a la final del campeonato de Verano 2011.
San Carlos mostró un gran desempeño en el partido de ida, principalmente en el segundo tiempo, pero Saprissa obtuvo la victoria con gran efectividad. Precisamente en ese segundo tiempo, Daniel Casas puso en juego el aparente mejor once a disposición. Al menos individualmente así lo parece. Con Scott, Cunningham, Sánchez y Russell comandando la ofensiva, respaldados por Montoya y Acosta. En la zaga Portuguez y Mora como laterales junto a Bello y Munguio como centrales. En la portería el indiscutible Donny Grant. El despliegue colectivo mostrado fue de mucho agrado. Lo que vio le gustó tanto, que Daniel Casas no tuvo reparos en alinear ese mismo equipo para el partido de vuelta. La estructura táctica era en 4-3-3 tal y como ha presentado en todo el torneo pero invirtiendo el triángulo en el centro del campo. De esta forma queda con dos contenciones y uno como enganche.
Juan Manuel Álvarez no realizó variantes en esquema táctico conforme a lo presentado anteriormente. Si cambió en nombres con respecto al primer partido. La obligada en el lateral derecho ante la sanción de Blanco, siendo sustituido por Loaiza. En ataque dejó a Josué Martínez en el banquillo mientras Alejandro Sequeira fue titular. Decisión discutible tomando en cuenta la poca participación durante el torneo. Los nombres poco cambiaron durante su mandato, menos su idea de posicionamiento táctico.
Conforme el partido avanzó, San Carlos empezó a sacar ventaja de la velocidad explotando los espacios por los costados. Roberto Wong fue una víctima de este juego. Tanto en combinaciones por bajo como en pases largos, Sánchez y Cunningham fueron un dolor de cabeza para los laterales morados. Wong y Loaiza se vieron con temor de atacar y dejar espacios a sus espaldas. Sin embargo los espacios si aparecieron y los norteños fueron un dolor de cabeza.
Los norteños se pusieron adelante en el marcador muy rápido, con el gran gol de Cunningham, y esto evidentemente levantó los ánimos y hacía pensar que la idea de la remontada era una posibilidad latente.
Ese gol tempranero ocasionó que los saprissistas entraran en una disyuntiva. Por un lado la idea inicial era llevar un partido tranquilo con bajas revoluciones pero por el otro ya con el marcador en contra los riesgos habían aumentado demasiado y necesitaban meterle intensidad a las acciones en busca de un mejor resultado. Por lo tanto dio la impresión de un Saprissa sin preparación mental para atacar con intensidad en el juego y rápidamente cayeron en imprecisiones, desconcentraciones y poca fluidez en sus trazos. El panorama era mejor de lo esperado para los sancarleños.
Los toros de norte tuvieron mucha intensidad en el planteamiento, dentro de sus posibilidades, pero sin entrar en desesperación. Tuvieron calma para manejar los tiempos del juego. Esto es conocer las limitantes y atacar en momentos clave. Su zona de presión fue muy adelantada pero asfixiante solamente en las zonas clave, es decir los centrales de Saprissa tenían libertades pero al balón llegar a los laterales o medio campo, San Carlos cerraba espacios. Esto obligaba a Saprissa a meter balones largos.
San Carlos no estaba solamente encerrado atrás para buscar contragolpes. Mantuvieron un buen porcentaje de posesión de balón durante la mayor parte del partido, lo que indica el control que ejercieron sobre los tiempos del juego. Atacaron con buena cantidad de hombres, incluyendo ocasionalmente a los laterales. Nuevamente la deficiencia de los extremos morados en perseguir a los laterales rivales. Mora se destacó en este aspecto, aunque tal vez la definición o centros no fueron los mejores.
La S salió en el segundo tiempo con mayor proyección ofensiva, pero esa intensidad duró aproximadamente 15 minutos. San Carlos se defendió bien del asedio y pronto lograron retomar la posesión o al menos un mejor porcentaje. Tal vez ya no atacaban de la misma forma del primer tiempo pero no desistieron de hacerlo.
El cambio de Álvaro Sánchez por Kenneth Vargas ya estaba preparado cuando llegó el gol que silenció el estadio. Manfred Russell con astucia cobró rápido un tiro libre cerca del círculo central. La defensa morada estaba desordenada y fue aprovechado por Sánchez quien corrió al espacio donde iba dirigido el pase de Russell. “Tom” Sánchez dejó que el balón picara una vez y conociendo de antemano que un compañero estaba por el otro sector, intentó enviarle el centro. Pero el “pase” tomó otra dirección y fue un gol de antología. “El bañazo de agua fría” como lo describió Mario McGregor.
Los últimos minutos fueron de actos de desesperación del Saprissa. La reacción fue tarde e incluso San Carlos estuvo cerca de anotar el tercero en pies de Kenny Cunningham después de un mal pase de Victor Bolivar.
Daniel Casas dijo en conferencia de prensa posterior al partido: “Este equipo maduró y yo también”. Si recordamos el partido de vuelta de la final hace un año, tiene razón.
Las Claves de San Carlos:
- Presión sobre el rival en zonas determinadas (o sobre jugadores determinados). No se encierra en propio campo.
- Máxima concentración en fase defensiva. Anticipación, coberturas, recuperaciones, etc.
- Buen porcentaje de posesión de pelota. No regalaban la iniciativa al rival.
- Velocidad en transiciones al ataque, principalmente por los costados.
- Serenidad para manejar los tiempos.
- Intensidad para atacar y presionar.