Esta es la recopilación del trabajo realizado para ALZ Deportes, sobre la participación de Costa Rica partido a partido.
Foto principal: Aldia.co.cr
Esta es la recopilación del trabajo realizado para ALZ Deportes, sobre la participación de Costa Rica partido a partido.
Foto principal: Aldia.co.cr
En el papel era de esperar que Honduras quedara campeón de esta Copa Centroamericana, según el recorrido que ya lleva el proceso desde la eliminatoria anterior, pero en los hechos ciertamente lograron la victoria de manera ajustada y gracias a un error en salida de Costa Rica y una joya de Emil Martínez, el resto del juego no lo pasaron cómodamente.
Ricardo La Volpe nuevamente cambió nombres y planteamiento, demostrando siempre sus esfuerzos por sorprender al rival. Por otra parte Honduras si cambia en los nombres pero el 4-4-2 es inamovible. Eso sí, en el caso catracho, debieron modificar ligeramente ese esquema para intentar recuperar la pelota que nunca estuvo realmente bajo su posesión.
El gol siempre condiciona la táctica y la estrategia y la anotación tempranera subrayó los roles a interpretar por parte de ambos equipos. Ya Costa Rica se había adueñado de la pelota antes del gol y ciertamente no estaba pasando mayores dificultades defensivas, incluso con un ritmo de juego del partido no muy acelerado. Un error en la salida de Dave Myrie quién se precipita al intentar un pase a Heiner Mora, fue la jugada que posteriormente finalizaría en el gol de Wálter Martínez. Adicionalmente la defensa fue descuidada en el momento que el primer disparo pega en el poste y luego en el rebote vuelve a quedar en poder de Honduras.
El planteamiento costarricense pareció ser siempre un 3-5-2, al tener adelante a Ureña y Martínez, en el medio campo Borges complementado con Miller y Myrie a los costados, y Heiner Mora y Allen Guevara como volantes mixtos (interiores o extremos). Guevara realizaba trazos hacia el centro, abriendo espacio para las subidas de Miller, mientras que por derecha, Myrie aprovechaba los espacios que Emil Martínez le costaba cubrir. En ese mismo sector derecho fue donde Costa Rica hizo más daño, con los movimientos de Mora y Ureña que sacaban constantemente a los jugadores hondureños de posición abriendo espacios para los demás. Costa Rica se vio fuerte por los costados con muy buena amplitud y ocasionalmente con profundidad. De igual manera hubo un trabajo muy interesante por el centro de ataque, cuando Marco Ureña – de rendimiento individual muy sobresaliente, quizás el mejor – retrocedía algunos metros sacando a los centrales catrachos de posición y teniendo superioridad numérica para la llegada de segunda línea de ataque. Los ticos generaron una buena cantidad de chances, probablemente el partido con más y mejores ocasiones durante esta Copa. Evidentemente la efectividad fue baja.
El planteamiento de La Volpe fue efectivo en la aplicación (obviamente no en el resultado), Costa Rica ganaba en sectores importantes del terreno de juego, había superioridad numérica sobre el balón. Esto obligaba a Ramón Núñez a retroceder metros para tener contacto con el balón y además equilibrar la desventaja de hombres en el mediocampo. Si Ramón Núñez fue el MVP del torneo, ayer no hizo mucho para demostrarlo- aunque tomando en cuenta molestias físicas – al ser bien controlado en las zonas por donde transitaba.
Para el segundo tiempo ya Costa Rica había hecho una variante, de Elizondo por Guevara, antes de que cayera el golazo de Emil Martínez de tiro libre. Otra vez el gol como condicionante de la táctica hizo que Ricardo La Volpe modificara el esquema a cuatro en el fondo sacando a un central (Cubero) por Randall Brenes. Luego vino la expulsión de Darío Delgado e inmediatamente Christian Gamboa entró por Josué Martínez, para completar la línea de cuatro defensiva. Aún con 10 hombres, Costa Rica no mermó en la generación de oportunidades y el gol del descuento se produce en una de esas. El equipo tricolor estuvo muy cerca de alcanzar el empate, incluso con algo de suerte a favor de Honduras. Claro está que ya para los últimos minutos Costa Rica perdió un poco el juego en corto, con algo de apuro realizaban trazos largos – generalmente en pies de Celso Borges- para buscar a los hombres por fuera para buscar posteriormente balones cruzados hacia el área.
La situación del empate nunca se dio y por consiguiente Honduras se alza con el trofeo como mejor selección del área centroamericana. Las sensaciones que deja el torneo son diversas aunque fríamente la balanza podría ser más favorable de lo que un segundo lugar signfica. Esta selección costarricense que participó en el torneo está conformada por jugadores A,B y C dentro de una clasificación de probabilidades de integrar de momento una selección definitiva. Varios de estos recursos no estarán en Copa de Oro (quedando en categoría C), mientras que otros podrían tener oportunidad de participar en dicho torneo de Concacaf (B). Incluso por qué no, varios tienen posibilidades serias de estar en el proceso eliminatorio que es el objetivo final (A). Preocupante sería si esta fuera la selección absoluta pero evidentemente esto no es así y bajo esta situación hay que analizar co más cuidado el rendimiento de Costa Rica en la Copa Centroamericana.
Más provechoso no pudo ser para Ricardo La Volpe, probando sus estrategias en situaciones reales de juego, teniendo a su disposición a los jugadores por una cantidad importante de días. Del primer partido hasta la final disputa ayer, sin duda el rendimiento fue de menos a más, tanto en asimilación táctica como en intensidad de juego. Para un rival de la calidad de Honduras, Costa Rica jugó un partido muy aceptable, a pesar de los propios errores que pagaron caro, e inclusive merecieron al menos el empate. También tuvieron un poco de mala suerte de cara al marco aunque es evidente también las malas decisiones dentro del área.
Hablar en estos momentos de fracaso está fuera de contexto.
Foto Portada: AFP/FIFA.om
El empate en el primer partido por parte de la selección nacional de Costa Rica los obligaba evidentemente a obtener la victoria frente a Guatemala. Los Chapines sabían perfectamente el panorama por lo que era claro que saldrían mucho más cautelosos (aunque siempre han mantenido esta tendencia frente a CR) en busca de conseguir un resultado favorable. Estuvieron muy cerca de llevarse incluso la victoria hasta que apareció una jugada individual que cambió por completo el rumbo del juego.
El seleccionador de equipo costarricense realizó cambios en la titular con respecto al compromiso inicial a raíz de la lesión de Guzmán y el rendimiento observado. Ureña y Leal fueron las nuevas caras. El estilo del planteamiento era similar al de la fecha inicial con un 4-3-3 / 4-5-1 con un especial énfasis en el juego por los costados.
El equipo dirigido por Ever Hugo Almeida decidió colocar una formación 5-3-2 en función de tres marcadores centrales (su preferencia) y dos jugadores que reforzaran las bandas para lograr siempre realizar 2×1 y no permitir que Costa Rica sacara provecho de las individualidades. Su principal fortaleza fue la presión en salida de los costarricenses, que resultó muy efectiva permitiendo realizar contragolpes rápidos y generar peligro a través de los errores de la zaga tica. Tanto Velásquez como Iboy se turnaron para presionar la zona de Borges impidiendo que recibiera con espacio, mientras que Carlos Ruiz y Guillermo Ramírez complementaban el pressing. Costa Rica intentó elaborar el juego desde atrás con balón dominado pero constantemente cayeron en imprecisiones y centros inofensivos al área guatemalteca. Costa Rica no realizó ni un solo remate directo al marco rival en la primera parte mientras que Guatemala realizó cuatro. “Principalmente no abrimos la cancha como lo habíamos trabajado, aunque también hubo muchas imprecisiones” señaló el estratega de Costa Rica.
Para los segundos 45 minutos, Hugo Almeida cambió a León por Figueroa mientras que La Volpe ingresó a Heiner Mora entró por Gamboa. Los dos equipos mantenían los esquemas aunque La Volpe pretendía poner una dinámica distinta por el sector derecho, para que Mora, Ureña y Myrie pudieran brindar una amplitud y profundidad más efectiva. Sin embargo el partido no parecía haber cambiado en mucho hasta que llegó la buena intervención de Ureña desde el centro de la cancha y anotar un lindo gol. Era el primer remate directo de los ticos.
(Formaciones alrededor del minuto 75)
Al tener el marcador en contra, Almeida cambia su esquema con el ingreso de Gregory Ruiz y Tránsito Montepeque, cambiando a un 4-4-2 (4-1-3-2) y buscar el empate. Esto abrió espacios en campo guatemalteco e impedía que lograran hacer doble marcación en zona, lo que Costa Rica fue aprovechando para sacar ventaja en individualidades en situaciones de 1×1. Si bien es cierto Gregory Ruiz comenzó a generar ocasiones por izquierda, el ingreso de José Cubero en Costa Rica dio mayor seguridad por esa zona, al colocarse como marcador central derecho, lo que cambió el esquema de Costa Rica a un 5-4-1.
Poco a poco Randall Brenes, Guevara y Ureña fueron sacando ventaja de sus condiciones individuales y Costa Rica no llegó a perder la posesión de balón a pesar de los intentos chapines. Al Guatemala entrar en intranquilidad, comenzaron a utilizar excesivamente el recurso de las faltas, ante la permisividad del árbitro. En 95 minutos de partido (45+2 y 45+3) Guatemala realizó 24 faltas, es decir una infracción cada 3,96 minutos. Un ritmo constante de faltas. Esto también generó oportunidades para Costa Rica en jugadas a balón parado, una de las cuales terminó en el segundo gol.
Como resumen de juego Costa Rica aún le falta mejorar la fluidez con balón dominado para generar ocasiones de gol. Dependen mucho de las penetraciones por los costados y falta juego por el centro, tal vez un poco más de colaboración del delantero centro. Cuando Borges no recibe con comodidad, Costa Rica debe buscar alternativas, por ejemplo Randall Brenes quién retrocedió metros en este juego para recibir la pelota en medio campo lo que ayudó en las conexiones hacia los hombres en ofensiva. Equipos que se cierran tanto como Guatemala siempre van a complicar a un equipo que no logre una buena precisión y fluidez en sus movimientos. Para el siguiente juego vs Panamá, Costa Rica tendrá más dificultades para mantener la posesión por lo que será vital no solamente mejorar los aspectos de conjunto sino también la presión sobre el rival. En el último cuarto de cancha Panamá sabe sacar provecho de sus individualidades. En el caso de Guatemala el primer tiempo fue promisorio pero faltó mucho más determinación en ofensiva para anotar. Estuvieron muy cerca eso es claro, pero después del primer gol costarricense, no supieron responder. Ofensivamente deben llevar el peso del encuentro frente a Nicaragua (Conociendo la derrota ante Honduras 3-1 en la que nuevamente en ofensiva fueron pobres).
Imagen Portada: Nacion.com
Highlights:
(Formaciones iniciales)
El primer partido de la selección de Costa Rica en la Uncaf frente a Honduras finalizó con un empate a uno. Los costarricenses se fue al frente en el primer tiempo y los catrachos empataron al 90. Después de ver el rendimiento de los dos equipos, el empate parece ser adecuado.
Ricardo La Volpe pareció alinear un 4-3-3 como formación inicial, con movimientos hacia 4-5-1 cuando Randall Brenes y César Elizondo retrocedían para topar a los laterales hondureños. El esquema catracho fue un tradicional 4-4-2 con la diferencia de no utilizar extremos por las bandas sino volantes interiores, en este caso Emil Martínez y Boniek García. Este movimiento claramente permite una mejor proyección en ataque de los laterales, sobre todo en el caso de Mauricio Sabillón que tiene una mentalidad ofensiva.
En el mediocampo la lucha fue muy interesante sobre todo ver el protagonismo que tomaría Celso Borges. Precisamente es quien está desempeñando la posición de Rafa Marquez o Sergio Busquets.(Leer este link sobre las tendencias de esta posición en el fútbol actual) En los primeros minutos Honduras no tomó la marca de Borges para presionar la salida pero pronto Wálter Martínez fue a presionarlo para evitar que Costa Rica pudiera iniciar los ataques con comodidad obligándolos a lanzar pelotazos o enviar el balón a los laterales donde también los costarricenses iban a tener una fuerte presión.
No había un claro dominador del esférico durante el primer tiempo pero en rio revuelto ganancia de pescadores y parece que Honduras se siente mejor con el estilo de juego directo sobre todo en partidos cerrados como este. Las oportunidades no fueron muchas durante la etapa inicial en ambos equipos pero Honduras pareció estar más cerca de anotar. Sin embargo es Costa Rica quien se va al frente en una jugada a balón parado. Las oportunidades con jugadas de táctica fija son una de las características de los equipos de Ricardo La Volpe. Costa Rica no se conoce por creación de oportunidades claras de gol a través de tiros libre planificados o saques de esquina. Esto puede ser a futuro un arma importantísima para los encuentros cerrados de una eliminatoria mundialista.
(Cambios ocurridos en el segundo tiempo)
Para la etapa complementaria Juan de Dios Castillo hizo variantes, ingresando a Ramón Núñez por Wálter Martínez y George Welcome por Luis Ramírez. Más adelante cambiaría a Boniek García por Osman Chávez. Estos cambios también incluyeron movimientos en el medicampo más similar a un 4-2-3-1 pero con mucha movilidad en la segunda línea. Núñez por izquierda, Emil Martínez por el centro y Chávez por derecha, con Welcome en punta. El trinomio de Guzmán – Borges – Gamboa no dio solidez defensivamente durante el primer tiempo por lo que en el segundo tiempo La Volpe agregó a Cubero para acompañar a Borges. Guzmán había salido de cambio lesionado y entró Guevara. Gamboa retrocedió hasta la zaga convirtiendo el esquema costarricense en 5-4-1. “Sabíamos que el rival iba a arriesgar y que iban a regalar el mano a mano (al dejar espacios atrás). Entonces pasamos a línea de tres para que los dos volantes por afuera de ellos se toparan con Miller y Gamboa (quienes pasaron a ser los laterales) y en algún momento estos pasaran a ser extremos. Nos faltó más trabajo colectivo para lograrlo” explicó La Volpe. A los ticos ciertamente les costó demasiado proteger la zonas o al menos impedir los avances de los catrachos que penetraron en varias oportunidades sin concretar. Honduras se fue encima y Costa Rica regaló terreno sin lograr responder ofensivamente ante los espacios que estaban dejando los hondureños. En algún momento el empate pareció inminente pero los minutos trascurrieron y no fue hasta el minuto 90 cuando lo consiguieron a merced de una pobre defensa costarricense que no logró despejar un centro desde derecha, a pesar de contar con suficientes jugadores para ello.
Se anticipaba que Honduras era el equipo que llevaría el ritmo del juego al ser un equipo con mucho mayor rodaje que el costarricense, pero al ir con el marcador en contra debieron presionar el acelerador. Ahí fue cuando Costa Rica no pudo aguantar el ritmo del juego y simplemente retrocedieron metros y esperaron soportar las llegadas rivales sin conseguir elaborar contragolpes importantes. Un interesante partido de gran valor para las pruebas de los dos entrenadores.
Foto Portada: Nacion.com