El futbol tiene demasiadas aristas. Esta lleno de detalles. Se puede ser el manager mas completo del mundo. Abarcar todos los aspectos relacionados con el manejo de un club y selección y al final, a la hora de la verdad en un partido, algo puede fallar.
El dominio de los primeros minutos por parte de la ofensiva costarricense fue notoria. Los desbordes por la derecha (el sector izquierdo fue el mas débil de México) fueron constantes. El partido pudo haber cambiado de haber podido conseguir una anotación en los primeros minutos. También el partido pudo haber cambiado sin Navas no detenía ese penal a Sabah. A eso me refiero con los detalles. ¿Quien va a pensar que Freddy Fernández en un momento de desconcentración va a meterle la mano al balón de esa forma dentro del área?
Analizando más detenidamente el partido, el juego defensivo entre líneas (última línea y el medio campo) fue bastante bueno. Achicaron muy bien los espacios cada vez que la selección mexicana traspasaba el medio campo, en busca de conectar con alguno de sus jugadores por los costados. Siempre hubo acompañamiento a la hora de la marca y conseguían recuperar el balón en dos cuartos de cancha. Esto quiere decir que Costa Rica en vez de encerrarse en el área decide salir a marcar mas arriba. Esto por dos razones; a la hora de recuperar el balón en ese sector, se tiene obviamente menos espacio que recorrer para el contragolpe y lo segundo, está claro que meter 6 hombres en el área es algo poco recomendado.
La velocidad de hombres como Dos Santos, Medina y Vela, ocasionaron que México pudiera desbordar con velocidad y conseguir centrar generalmente al segundo palo, donde llegaban con pocos hombres pero con buena posición para anotar. Afortunadamente no pudieron hacerlo.
Por otra parte el trabajo en balones detenidos de Costa Rica que se realizó durante todo el torneo dio como resultado una importante cantidad de ocasiones de gol, principalmente en tiros de esquina. Lamentablemente ninguno de estos consiguió vencer al portero Ochoa. También el rival tiene virtud en defender, aunque sea estorbar al jugador, pero aquí puede ser que a Costa Rica le falte trabajar más. Estas jugadas representan 1/3 de los goles actualmente. Los frutos tiene que llegar.
Las transiciones defensa ataque fueron muy variadas de parte de Costa Rica. Algunas veces se buscaba el pelotazo largo. Otras el acompañamiento por los costados en velocidad. También, y esto fue lo que más me gustó de juego, con balón circulando de lado a lado, en pases cortos, manteniendo la posesión de la pelota. Esto no solo porque se realizaron buenas triangulaciones sino porque se realizan en medio de las líneas rivales, que es en realidad en el sector donde más cuesta tener un dominio del balón. Nada se hace con tener el dominio del balón si este está transitando solo del medio campo hacía atrás. Ahí no hay tanto peligro de perder el balón. La verdadera dificultad se da una vez que se cruza la línea del medio campo rival. Ahí Costa Rica manejó el balón en algunos momentos y además conseguía llegar al marco rival en jugadas de finalización. Está claro que este ritmo de juego no puede mantenerse durante todo el partido, menos en partidos con rivales tan calificados como este, por lo que ahí se varían en las transiciones.
Y luego de lo mas hermoso que tiene este deporte. El sube y baja de emociones como montaña rusa cuando todos esperaban ya los tiempos extra, cae el gol Mexicano, luego de una dudosa falta sobre la derecha costarricense. Centro al área, el rechace, la segunda bola que queda en poder mexicano, el balón globeado al área, dos jugadores ticos que no salen a tiempo, habilitan al Guille Franco y el 1-0 que parecía lapidario. Suele pasar a Costa Rica que realiza un juego destacado pero que falla en la definición y este partido parecía uno de esos. Claramente ahí Costa Rica todavía tiene mucho que mejorar.
Pero luego lo mejor, sobre tiempo de reposición, cuando los mexicanos ya perdían tiempo, a falta de 30 segundos para completar el descuento, un pelotazo largo que Saborío logra ganar de cabeza, Froylán que ya corría a las espaldas de los centrales logra ganar la posesión dentro del área desplazando al central con su cuerpo, y define arriba al ángulo sobre la salida desesperada de Ochoa. Un grito de júbilo se escuchó en toda Costa Rica. Nos acordaremos por mucho tiempo de ese gol, sin ser conformistas del resultado final.
Luego los tiempos extra, en donde los dos equipos no tuvieron tanta movilidad, el partido ya pasaba factura, aunque parecía que México generaba más peligro. Al final el partido a penales en donde el héroe se convirtió en villano y Navas esta vez no pudo parar ninguno. Un penal inclinaría la balanza.
Para México un alivio para Costa Rica una espina más que se suma en las heridas que está dejando los últimos resultados contra los aztecas. Ya se dio el primer golpe, el psicológico, porque México está más que consiente que la visita a nuestro país del próximo 5 de setiembre será una prueba que tal vez no pueda superar. Por el contrario los costarricenses saben que la tarea se puede sacar. Pero en medio de todo, sin entrar en habladurías y discusiones majaderas de medios informativos sensacionalistas, lo mejor es hablar en la cancha. Kenton: “Calladitos más bonitos”…
Foto: FIFA.com
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