Para la temporada 2019/2020, la IFAB cambió unas cuantas palabras en la regla 16. Concretamente el Saque de Puerta. Donde anteriormente se leía “el balón está en juego cuando este salga del área de penalti”, ahora dice “El balón estará en juego en el momento en que haya sido golpeado con el pie y esté claramente en movimiento”. Así de simple.
Este pequeño ajuste en la regla, provocó un cambio tan drástico, que ni la misma IFAB anticipó las consecuencias. Los motivos eran simples: darle mayor velocidad y espectacularidad al juego. La realidad es que dio una sacudida total desde la élite hasta el fútbol formativo (IFAB: International Football Association Board).
Anteriormente, el espacio del área grande no era ocupado por ningún jugador, excepto el portero o jugador de campo como pateador. El resto, se colocaba fuera del área a la espera de que el balón estuviera “en juego”, es decir, fuera del área (Imagen 2). Esto reduce considerablemente el área de juego en un momento crucial. Con la intensificación de la presión alta en el fútbol contemporáneo, los equipos en posesión veían con mayor dificultad poder iniciar el juego desde esos primeros metros (metros que vamos a denominar Zona 1 o Zona de Inicio), al limitarse el tiempo y el espacio disponible para actuar, el resultado muchas veces era lo inevitable: el juego en largo o “dividir” el balón.
El ajuste en la regla, habilitó la nada despreciable suma de 640m². Traducido en términos de juego significa más tiempo y espacio. Mientras el rival mantiene las mismas restricciones, el equipo en posesión tiene la posibilidad de iniciar el juego rápido, con más espacio y mayor tiempo para ejecutar.
Los equipos élite llevaron sus rutinas de salida estática (saques de puerta) a otro nivel, con una mayor participación tanto de los defensas como del portero, teniendo un rol fundamental. No es que esto no existiera antes del cambio de la regla, sino el impacto posterior al cambio, impulsando una mayor participación de jugadores, en otro momento con perfil más defensivo, en labores creativas. Los requisitos para defensas y guardametas, dejaron de enfocarse únicamente en evitar goles, sino también en como influyen en la fase de inicio y construcción de juego.
Las salidas estáticas tienen características distintas a las dinámicas, aunque tengan alguna similitud. Es decir, las estructuras que podemos ver en saques de puerta no son las mismas cuando el equipo tiene la posesión de balón en salida desde zona de inicio, aunque en algunos casos sean similares. Los equipos entrenan ambos momentos de juego de forma distinta, aplicando conceptos distintos, incluso con rotación de roles. No obstante, en algunas ocasiones si el equipo rival no presiona alto en saque de puerta, esa salida estática se convertirá rápidamente en una salida dinámica, con la estructura correspondiente. Esa participación más activa de los porteros y defensas, también ha cambiado fundamentos del modelo de juego en los equipos durante sus dinámicas de salida.
Gracias a los datos FIFA de Catar 2022, podemos observar este cambio en los fundamentos del guardameta, con mayor participación en fases de inicio y también un posicionamiento más adelantado en el campo. Adicionalmente el rol de los defensores ha cambiado tanto, que hoy en día es muy común ver a los mismos reconvertirse en mediocampistas (John Stones, Oleksandr Zinchenko) o incluso mediocampistas reconvertidos en defensores (Alexander-Arnold, Rodri, Camavinga). Cada uno de los roles en las diferentes líneas ha tenido cambios importantes, con una mayor presión y necesidad de eficacia, este efecto ha sido más drástico en las primeras líneas de los sistemas tácticos.
Los ajustes en la regla están provocando cambios muy interesantes en el funcionamiento de los equipos. Ante el incremento de la presión alta, también es posible contrarrestar este elemento sin necesidad de dividir el balón, logrando movilizar al rival y encontrar los espacios. En este sentido, los cambios han tenido un efecto positivo al dar mayor espectáculo. Sabemos que los equipos entrenan elementos específicos de juego para esta fase de inicio, ya sea estático o dinámico, por lo cual hablar de arriesgar en estas zonas tal vez no es tan correcto, si los equipos están preparados para ello. La exigencia hacia los jugadores es también mayor durante esos momentos de juego.
Si bien es cierto las reglas de la IFAB también indica la posibilidad de jugar rápido el saque de puerta (complemento de la regla 13), ya que incluso pueden haber jugadores rivales dentro del área siempre y cuando estos no disputen el balón antes de tiempo (por ejemplo un jugador retrocediendo), algunos equipos siguen tomando más tiempo del deseado. Al final de cuentas el saque de puerta también es una jugada a balón parado, y muchas veces es utilizado para ganar algunos segundos. En este sentido el ajuste en la regla no ha tenido tanto impacto o no necesariamente el esperado.
La próxima semana tendremos la parte II sobre este tema, observando diferentes estilos de saques de puerta y su efectividad.
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No hay que poner todos los huevos en la misma canasta. Una frase perfectamente aplicable al fútbol, sobre todo si hablamos de tendencias tácticas. Esto nos lleva a analizar algunos datos y estudios recientes sobre la evolución del fútbol y la eficacia de anotación.
Como hemos visto en análisis realizados por diferentes entidades, la distancia promedio entre el tiro y la portería se ha reducido considerablemente en la última década. Tanto al analizar ligas como la Premier de Inglaterra o incluso competiciones como la Copa del Mundo categoría masculina, la tendencia es la misma. Incluso, Stats Perform informa que en la Copa del Mundo en Catar 2022, tan solo un 23,7% de tiros fueron de más de 25 metros de distancia, contra un 50% de en 1970.
Evidentemente el fútbol ha venido evolucionado en todas las áreas, pero en el aspecto táctico, teniendo en cuenta que el puntaje por gol no ha variado, un efecto tan importante como el observado a través de esta data invita a la reflexión. La búsqueda de mejores ubicaciones de disparo (como mejor entendemos con mayor probabilidad de anotación de acuerdo a la métrica de xG = Goles Esperados) gana terreno ante el remate de media o larga distancia. Los estudios acerca de xG indican que pocos remates de mejor calidad (por su probabilidad de gol) son mejores que un montón de remates de baja calidad (Tippett 2019 y Cavus, 2022).
La métrica de Goles Esperados ha ganado mucha popularidad, tanto a nivel profesional en los equipos como en el acercamiento que ha tenido entre aficionados y medios de comunicación. A pesar de esta irrupción, y con los beneficios que esta pueda aportar al análisis y scouting, también se deben valorar los puntos en contra.
Si bien es cierto el efecto no es tan drástico como lo ocurrido en el baloncesto, y más específicamente en la NBA, las implicaciones en el fútbol formativo y de alto rendimiento son bastante considerables. En la NBA, ahora es bastante obvio que ante un mayor puntaje por anotación en tiros lejanos, el efecto riesgo-recompensa juega a favor del tiro de 3 puntos. Este mismo efecto es más difícil de medir en el fútbol.
La premisa es clara; buscar mejores ubicaciones de disparo, especialmente cerca de la famosa zona 14 (ver figura 10), evitando opciones con efectividad de anotación más bajo. Y ante una probabilidad de anotación más alta (y cada gol teniendo el mismo efecto en puntaje), tácticamente queremos incentivar progresar hacia estas zonas centrales. Pero, ¿Estaremos dejando de lado otras opciones? ¿Qué pasa si por buscar una mejor opción de disparo, perdemos el balón y del todo no se consigue uno?. Como decíamos, medir el riesgo-recompensa en estos casos es mucho más difícil, requiriendo un análisis más profundo con métricas avanzadas. ¿Tirar a marco o hacer otro pase?.
Un estudio presentado en el MIT Sloan Conference en 2021, pone sobre la mesa un análisis precisamente ante el efecto de no rematar a marco (Desde la zona B en la figura 5), por buscar alguna opción más cercana. El paper fue publicado por Maaike Van Roy, estudiante de doctorado en la universidad de KU Leuven, institución reconocida por diferentes estudios de inteligencia artificial aplicada al fútbol. Para realizarlo, compararon el xG del posible remate contra la probabilidad de conseguir un gol en una o dos jugadas posteriores. El resultado muestra algunas conclusiones interesantes que vale la pena repasar.
Teniendo el balón fuera del área (zona B de la figura 5) ¿Debemos rematar apenas tengamos el chance o realizar un pase buscando una mejor ubicación?. De acuerdo al estudio, no hay seguridad de recompensa realizando uno o más pases en lugar de rematar de inmediato, y por el contrario podría perder probabilidad de generar un gol a medida que suma más movimientos a la jugada, especialmente si esta termina con pases hacia los costados. El estudio también demuestra que existen zonas específicas de media distancia en donde los equipos deberían rematar más seguido, en lugar de mover más el balón; incluso clubes de élite no son capaces de generar mejores opciones a partir de ciertas zonas, es decir, si tienen opción de remate desde estas zonas, deben hacerlo. En la figura 6 podemos observar como ciertos equipos tienen zonas fuera del área donde tendrían mayor probabilidad de gol si realizaran el tiro de inmediato, en lugar de realizar una o más acciones adicionales. Por el contrario también otras zonas en un tono más azul (muy leve por la baja probabilidad de anotación) en donde podrían tener mayor probabilidad de gol si realizan alguna acción adicional. La diferencia entre clubes sin duda está asociada con las características de los jugadores a disposición.
Van Roy además añade en su trabajo datos más específicos; si en promedio los equipos aumentaran un 10-20% sus tiros de larga distancia en estas zonas, incrementarían entre 0.5 a 1.5 goles por temporada. En efecto, al incentivar tiros desde zonas más cercanas, los equipos están dejando goles en la cancha. Tal vez uno o dos goles no parezcan tener mayor relevancia, pero si tomamos en cuenta el puntaje asociado a obtener una victoria adicional por temporada o ganar un desempate por diferencia de goles, es un valor para nada despreciable. Campeonatos, descensos y clasificaciones se han definido con un gol de diferencia.
Tomando como referencia al Chelsea en la figura 7, si realizarán un 20% más de tiros desde media/larga distancia, podrían sumar un gol adicional por temporada. Caso contrario al Liverpool o Newcastle, en donde más bien reduciendo sus tiros desde lejos, tendrían una leve posibilidad de más goles a favor. De nuevo, este efecto está asociado directamente a las características de los jugadores.
Para realizar todas estas estimaciones, los investigadores utilizaron el proceso de decisión de Markov, dividiendo la mitad de la cancha (zona de ataque) en pequeñas subzonas para calcular como moviendo el balón de una zona a otra cambia las probabilidades de gol (Figura 5). Entrenaron 17 modelos diferentes, una por cada club que apareció tanto en la temporada 2017-2018 como en la 2018-2019 de la Premier League de Inglaterra.
Utilizando la misma metodología, en la figura 8 podemos observar el efecto obtenido, si los equipos únicamente realizaran sus tiros lejanos desde las zonas en donde previamente fueron identificadas como favorables (Figura 6). Bajo esta simulación, el Chelsea tendría casi dos goles adicionales, si aumentara un 20% sus tiros lejanos desde sus zonas favorables.
La Zona 14
Si observamos nuevamente las zonas de disparo en la figura 6, podemos notar que están posicionadas desde la conocida zona 14. Ese sector del terreno de juego en donde históricamente nos han enseñado que es la zona más importante en fase de finalización (último tercio de cancha).
De acuerdo a análisis realizados en diferentes Copas del Mundo (Smith, 2017), se puede comprobar que además esta zona 14 es desde donde se originan la mayor cantidad de pases a gol, oscilando entre un 30% a 40% de los goles en balón en juego en competiciones realizadas en el siglo XXI (Más detalle sobre esto adelante). Este es el motivo por el cual muchos modelos de juego en fase ofensiva, buscan generar peligro desde este sector. En el siguiente video podemos observar algunos de los conceptos que se pueden introducir en un modelo de juego para potenciar la generación de ocasiones de gol desde estas zonas.
Ahora bien, observando el estudio de Van Roy, podemos también añadir que la zona 14 es más que la zona desde donde se origina el pase final, sino también un sector con un alto potencial para el remate de media o larga distancia. Por lo cual no debe olvidarse este elemento dentro del modelo de juego, ni mucho menos desincentivar su aplicación en fútbol base. Por el contrario, es importante identificar y desarrollar el potencial de los jugadores con respecto a este tipo de remates, que en un futuro puede ser aprovechado en el ámbito profesional.
Como nota aclaratoria sobre la zona 14, vale la pena tomar en cuenta algunos elementos recopilados recientemente. En la pasada Copa del Mundo Qatar 2022, hubo un incremento de casi un 80% de los goles provenientes desde carriles laterales con balón en juego. Sin embargo, el poco tiempo de preparación de las selecciones para este torneo, puede tener un impacto significativo en estos números. También se notaron descensos en goles provenientes de jugadas en acciones de balón parado.
En competiciones recientes de la Liga de Campeones de la UEFA, podemos observar como la zona 14 sigue teniendo una importante cuota de origen para el pase final a gol, entre un 11-15%. Por su parte, los espacios medios (ver figura 11) tuvieron una importante participación de aproximadamente un 18% (algunos estudios asumen también estos espacios medios dentro del ámbito de la zona 14, al encontrarse dentro del carril central, para efectos de especificidad los tomamos como zonas distintas). No obstante, las asistencias provenientes desde dentro del área grande tienen una proporción de aproximadamente un 40%, constituyendo el sector más prolífico. Siendo estos últimos datos provenientes de varias ediciones de una competición con mayor tiempo de preparación y regularidad, podemos tener un grado de confianza más alto. Esta participación de asistencias desde dentro del área, coincide perfectamente con el incremento de tiros desde menos de 25 metros detallados anteriormente. Esto deja muy en evidencia el impacto que tiene la métrica de goles esperados dentro del modelo de juego de los equipos élite a nivel mundial; buscar la mejor opción de remate, es decir, con la mayor probabilidad de gol.
Por ejemplo uno de los goles del Manchester City contra el PSG durante la temporada anterior de la UCL. Se produce el pase a las espaldas (similar al ejercicio del video mostrado anteriormente) pero una vez dentro del área en lugar de buscar el remate directamente, otros jugadores deben acompañar la jugada y buscar una mejor opción de tiro.
Para efectos de conclusión, tal cual lo indica la frase al inicio de este documento, independientemente de las zonas desde donde se genera mayor peligro, o los sectores del terreno de juego en donde exista mayor probabilidad de gol, no debemos dejar de lado los beneficios de contar con alternativas y variables dentro del modelo de juego. La aparición del xG no debe desincentivar la utilización del remate de media distancia a nivel profesional. Por el contrario, los datos nos muestran la gran utilidad que tiene y por lo tanto no debe ser castigada su utilización en el fútbol base, más bien promover y potenciar su utilización en los contextos en donde generen mayor beneficio.
Referencias
Smith, R. A., & Lyons, K. (2017). A strategic analysis of goals scored in open play in four FIFA World Cup football championships between 2002 and 2014. International Journal of Sports Science & Coaching, 12(3), 398-403.
Grant, A., Williams, A. M., Lee, D., & Dand Reilly, J. (1998). Match Analysis of Previous World Cups (1986-1994). Insight, 4, 20-21.
Van Roy, M., Robberechts, P., Yang, W. C., De Raedt, L., & Davis, J. (2021). Leaving goals on the pitch: Evaluating decision making in soccer. arXiv preprint arXiv:2104.03252.
Tippett, J. (2019). The Expected Goals Philosophy: A Game-Changing Way of Analysing Football.
Cavus, M., & Biecek, P. (2022). Explainable expected goal models for performance analysis in football analytics. arXiv preprint arXiv:2206.07212
Goldsberry, K. (2019). Sprawlball: A visual tour of the new era of the NBA. Mariner Books.
Anderson, C., & Sally, D. (2013). The numbers game: Why everything you know about soccer is wrong. Penguin.
Sumpter, D. (2017). Soccermatics: Mathematical Adventures in the Beautiful Game Pro-Edition. Bloomsbury Publishing.
En los 37 partidos que Roy Miller había disputado con la selección, no consiguió anotar. “Eligió” precisamente el Clásico Centroamericano frente a Honduras en el Estadio Nacional para hacerlo. Si es extraño que Roy Miller anote (Su último gol había sido en 2007 con el Bodø/Glimt), más lo fue el gol como tal. Un globito con golpeo de cabeza, luego del rechace de Noel Valladares. Lo que no fue inusual es que la jugada del gol inició con una pelota detenida; de los 5 goles de Costa Rica en esta hexagonal, 3 han sido por esta vía.
El partido en términos generales ofreció pocas ocasiones de gol. El planteamiento táctico de ambos equipos (4-2-3-1 de Costa Rica vs 4-4-2 de Honduras) ocasionó un sistema de marcación zonal en el sistema defensivo medular. Costa Rica tenía un jugador de más por el centro, pero Honduras era más estrecho, provocando un estancamiento en la elaboración de juego.
Con el poco protagonismo ofensivo por el centro, los costarricenses optaron por enviar el balón a las bandas e intentar construir los ataques por ese sector. Esto le quitó protagonismo a Bryan Ruiz, dando la batuta a Joel Campbell y Cristian Bolaños.
En el siguiente gráfico, al lado izquierdo está el total de pases de Costa Rica durante el partido, a la derecha los de Honduras. Podemos ver como los locales optaron por llevar el partido hacia los costados. Honduras si tuvo más juego por el centro, pero sin llegar a posiciones de peligro en el último tercio de cancha.
En relación a la eficacia de los pases, Costa Rica realizó 305 pases exitosos y 83 erróneos, mientras que Honduras sumó 293 exitosos y 99 malos. Lo cual los indica que a pesar de las imprecisiones en algunos lapsos, los costarricenses no tuvieron tantos problemas como los visitantes. Aquí estuvo una de las claves del juego. La recuperación de balón de Costa Rica fue efectiva y en posiciones adelantadas en campo contrario.
En el próximo gráfico se muestra al lado izquierdo las recuperaciones, intercepciones y tackles de Costa Rica. Al lado derecho las de Honduras. Podemos ver como los locales lograron presionar arriba con mayor efectividad, logrando recuperar la pelota en campo contrario y evitar la creación de juego de Honduras. Por otro lado Honduras tuvo más problemas por el sector derecho, aparte de necesitar retroceder más metros para recuperar el esférico.
Incluso si vemos el detalle de las faltas (CRC 14 – 25 HON), los locales golpearon mayoritariamente en campo contrario. Por otro lado Honduras claramente tuvo problemas en el sector derecho y se le complicaron las labores de recuperación.
Aunque no inició el partido tan constante, poco a poco Joel Campbell fue entrando en calor con la pelota en los pies. Fue el jugador más desequilibrante y aparte de Celso Borges, fue el único que logró ganar un 1 v 1 en jugada individual (CRC sumó 8 dribbles exitosos). A continuación vemos al lado derecho los 7 dribbles exitosos de Campbell y los 3 que falló. Al lado izquierdo, el mapa de calor de sus movimientos. Para el segundo tiempo, con la salida de Ruiz, Campbell jugó en posiciones más centrales.
Como lo indica Alonzo Solano en su reseña del juego, el gol lo sana todo. Costa Rica hasta el momento de la anotación no estaba teniendo un juego claro y por el contrario era Honduras el que llevaba peligro al arco contrario. En el siguiente gráfico podemos ver la distribución de pases en relación a la línea de tiempo. Aunque ambos equipos tuvieron buena cantidad de pases en los primeros minutos, antes del gol de Miller Honduras creó 3 opciones de anotación contra ninguna de Costa Rica. Justo después del gol, los locales tomaron el mando del juego y posiblemente mostraron los mejores minutos. Sin embargo en el segundo tiempo es Honduras el que logra tener más la pelota, ya que Costa Rica se dedicó más a contragolpear que a controlar las acciones. Con esto se da un fenómeno interesante: Costa Rica logró asociar más pases, no obstante los catrachos lograron una mayor posesión de balón con un porcentaje de 50.7% contra el 49.3% de los ticos.
En conferencia de prensa Jorge Luis Pinto comentó:“Me gustaría corregir lo que se hizo en el primer tiempo, fuimos descuidados en el quite de pelota. Honduras tuvo oportunidades, pero logramos controlar el sistema de ellos, aunque me hubiera gustado presionarlos más”. Suponiendo que hacer referencia a esas faltas en campo contrario que detallamos antes. Aunque fue efectivo en términos generales, no salió satisfecho que lo que se hizo. Por otro lado no comentó nada acerca de la pérdida de posesión de balón de los minutos finales.
El clásico centroamericano entre Costa Rica y Honduras – con algunas excepciones – siempre ha sido muy disputado. En esta ocasión tan solo una anotación hizo la diferencia. Los locales mejoraron en algunos aspectos defensivos, los cuales a la postre colaboraron para sostener el resultado. Por otro lado Honduras luce muy complicado por la cantidad de puntos que dejó en el camino hasta el momento.
Bajo unas condiciones climatológicas inempeorables y un estado del terreno de juego insólito, la selección de Estados Unidos consiguió derrotar a Costa Rica por 1 – 0. La anotación fue conseguida por Clinton Dempsey a los 15 minutos de iniciado el compromiso. Jürgen Klinsmann decidió alinear con un típico 4-2-3-1, sin salirse mucho de los esquemas que ha venido trabajando. Como notamos en la previa, los jugadores se ordenaron sin sorpresas. No obstante es importante destacar la inclusión de Graham Zusi para mejorar en la creatividad del medio campo, mientras que Geoff Cameron fue reposicionado al lateral derecho; tal y como lo hace con el Stoke City.
Por su parte Jorge Luis Pinto optó por una formación un tanto más inusual, pero no desconocida. Un 5-4-1/3-4-3 similar al utilizado vs México en el Azteca. En relación al partido contra Panamá, realizó 5 variantes. Patrick Pemberton y José Salvatierra ausentes por lesión; Rándall Brenes fuera de convocatoria; Celso Borges y Christopher Meneses en el banquillo.
El partido se presentó en los primeros minutos con un ritmo lento. Ambos equipos en busca de adueñarse de la posesión. Sin embargo también se debe notar que las condiciones del terreno de juego no eran las mejores.
El gol de Estados Unidos toma mal parados a los costarricenses. Los tres centrales se van con el balón (Altidore) y dejan descuidado el resto del área. Fue el único remate directo de EEUU en todo el partido. Uno de los problemas de jugar con 3 centrales ante 1 delantero, es que constantemente obliga al defensa a salir de su zona. Altidore supo complicar el sistema defensivo, moviéndose frente al área, sacando a los defensores de posición para generar espacios a la segunda línea ofensiva norteamericana.
Comparación Altidore v Saborío:
Jozy Altidore tuvo 18/6 pases ( Verde buenos / morado malos) mientras que Álvaro Saborío 10/7 (Verde buenos / rojo malos). El norteamericano logró más participación al conectar con el medio campo y saliendo de su zona.
EEUU tenía superioridad numérica en el medio campo, por lo tanto a Costa Rica se le dificultó recuperar el balón y se fue resignando a defender. Los costarricenses atacaban con pocos hombres y tuvo muchos problemas entrar por el centro. Sin embargo por los costados asomó en dos ocasiones algo de peligro, gracias a los recorridos de Bryan Oviedo.
Los norteamericanos constantemente tenían situaciones de 3 v 2 en el mediocampo. Esto dio libertades a Clint Dempsey, para moverse por todo el frente de ataque. A pesar de los esfuerzos de Michael Umaña por salir a cerrar espacios, Dempsey recibió – principalmente en el primer tiempo – con mucha libertad y generó peligro desde distintas posiciones.
Comparación Dempsey v Ruiz:
Dempsey con la ventaja de estar en una posición centralizada en el 4-2-3-1, logró moverse por todo el frente de ataque. Sin embargo tuvo muchas libertades y recibía el balón con ventaja. Tuvo un total de pases de 34/7 ( Verde buenos / morado malos). Por otro lado Bryan Ruiz estuvo más pegado a la banda, pero fue el jugador costarricense más participativo en la parte creativa. Su compleción de pases sumó 23/8 (Verde buenos / rojo malos).
Pérdidas de balón de Michael Barrantes:
Debido a la desventaja numérica en el medio sector, sumado a las condiciones del campo, los mediocampistas costarricenses tuvieron un partido más que complicado, imposibilitados de asociarse y mantener la posesión de balón. En este aspecto el más perjudicado fue Michael Barrantes, con un porcentaje de compleción de pases apenas del 52%, sumando un total de 31/28 (Verde buenos / rojo malos).
En el segundo tiempo Costa Rica tuvo algunas oportunidades para el empate, sobre todo en ocasiones a balón parado. Sin embargo las condiciones del campo empeoraron y el trámite del partido se tornó muy complicado. La pelota no rodaba, hubo muchas equivocaciones en la entrega del balón. Constantemente la alternativa fue enviar la pelota arriba con fútbol muy directo y luchar en los balones divididos.
Más allá de la estrategia defensiva, para ambos equipos el traslado del esférico fue inoperante y el encuentro perdió calidad, y se volvió más una batalla campal que un partido de fútbol.
Existe el argumento de que lo difícil del campo era negativo para ambos combinados. Sin embargo la anotación de EEUU cambió el panorama a su favor. Obviamente tenían la ventaja en el marcador, pero al obligar a Costa Rica a tomar algunos riesgos y buscar meter velocidad al partido, evidentemente la cancha imposibilitaría ese juego de ida y vuelta o al menos mayor intensidad. Esa fue la clave, aprovechar el estado del terreno para restarle ritmo a las acciones. Literalmente congelar el partido.
El mismo día en Belfast, la UEFA suspendió el partido entre Irlanda del Norte y Rusia, debido a una tormenta de nieve. Ni siquiera los jugadores rusos – que habrán jugado uno que otro encuentro en condiciones nevadas – optaron por realizar un partido eliminatorio bajo esas condiciones. En el segundo tiempo el árbitro Joel Aguilar estuvo decidido en suspender el partido entre ticos y estadounidenses; minutos después sin claros argumentos, se reanudaron las acciones hasta completar el tiempo reglamentario.
El conjunto dirigido por Jorge Luis Pinto rescató un valioso empate a dos goles, en su visita al Estadio Rommel Fernández de Ciudad de Panamá, remontando una desventaja de dos tantos ocasionada en los primeros minutos. Las anotaciones costarricenses llegaron por intermedio de Álvaro Saborío y Bryan Ruiz, mientras que Luis Henríquez y Román Torres lo hicieron para los panameños.
En términos generales, el partido nunca estuvo a favor de los ticos. No solamente por tener un marcador en contra durante la mayor parte, sino también porque nunca tuvo un control claro sobre las acciones, y sobre todo en el primer tiempo, fue superado por un rival que entró con mayor intensidad y deseos de obtener el triunfo.
A nivel de sistemas tácticos, ambos técnicos no sorprendieron. Como era de esperarse, mantuvieron las estructuras 4-4-2 dejando las marcas muy definidas. No obstante fue en las posiciones de los jugadores donde intentaron generar incertidumbre en su rival.
Luis Henríquez ha sido regularmente utilizado como lateral izquierdo por Julio César Dely Valdés. En esta ocasión lo posicionó como volante por izquierda, dejando a Carlos Rodríguez como lateral zurdo. El cambio posicional ocasionó un interesante equilibrio en el medio campo, ya que además de proporcionar un soporte defensivo ante los movimientos de Bryan Ruiz, Christian Bolaños y José Salvatierra, también aprovechó los despistes por la banda para sumarse al ataque.
Costa Rica posiblemente barajaba tres cartas para colocar por el sector derecho; Ruiz, Bolaños o Joel Campbell. Ese potencial ofensivo provocó la decisión de Dely Valdés de colocar a Luis Henríquez por esa misma zona.
Ciertamente el cambio para Panamá resultó exitoso. Bryan Ruiz inició el partido recostado por el sector derecho, donde Henríquez no solamente controló sus movimientos, sino también se benefició de la poca aplicación defensiva de Ruiz, permitiendo los avances por el carril, complicando muchísimo el trabajo de José Salvatierra.
Jorge Luis Pinto se dio cuenta del inconveniente cuando ya el daño estaba hecho. Ruiz no se acomodó a la banda y la estructura defensiva comenzó a resquebrajarse. A los 20 minutos, Pinto movió a Randall Brenes hacia el costado izquierdo, reposicionando a Cristian Bolaños a la banda contraria y dejando a Ruiz por la zona central, más cerca de Álvaro Saborío. Ya para ese momento, Costa Rica estaba abajo en el marcador 1 – 0.
No obstante los problemas no se concentraron únicamente por la banda derecha costarricense, ya que aparecieron otras grietas defensivas conforme el juego avanzó. La presión costarricense era inoperante, imposibilitado de recuperar ni sostener la pelota mientras Panamá con el ímpetu a tope aceleraba, sintiendo a su oponente contra las cuerdas, en busca de dar golpes aún más certeros. Al minuto 26 Marcos Sánchez realizó una jugada individual por la zona izquierda del área tica, que dejó en evidencia a José Salvatierra y Bryan Ruiz, para después tirar un centro rastrero aprovechado de gran forma por Román Torres, quien puso el 2 – 0 al borde del área chica.
Los dos mediocampistas centrales costarricenses pasaron prácticamente desapercibidos por el primer tiempo, siendo Bryan Ruiz, ahora en una nueva posición, el único que lograba controlar el balón y generar alguna acción en ataque o al menos sostener la posesión en campo contrario.
Costa Rica estaba atolondrado, maniatado y francamente más cerca de conceder algún gol más que del descuento. Sin embargo al minuto 39, en contra de la tónica del partido, logró anotar a partir de un tiro de esquina ejecutado en corto, Christopher Meneses centró y Álvaro Saborío remató de cabeza de forma magnífica por encima de su oponente, al palo largo del arquero Jaime Penedo. Ese descuido de Panamá permitió a Costa Rica ordenar las ideas antes del pitazo que indicó el descanso del medio tiempo.
Jorge Luis Pinto hizo ingresar a Joel Campbell en sustitución de Randall Brenes, quien mostró un nivel muy bajo de rendimiento. El jugador del Betis no logró sacar provecho de su velocidad o calidad individual, pero al menos hizo retroceder al lateral panameño Leonel Parrish.
El equipo local realizó un desgaste físico muy importante durante la primera mitad y para la segunda, cedió un poco la iniciativa a los ticos. La posesión de balón se equilibró y el partido perdió intensidad. Dely Valés realizó algunas variantes en busca de no renunciar a los contragolpes, suponiendo a Costa Rica arriesgando para ir al frente y dejando espacios. Panamá generó algunos contragolpes pero solamente una acción clara para anotar. La intervención de Patrick Pemberton evitó el tercer gol en los pies de Rentería quien había ingresado por Escobar en el segundo tiempo.
Costa Rica se equivocó en muchos aspectos del juego, entró frío y le costó subir las revoluciones. No obstante fue muy efectivo a balón parado, donde demostró haber estudiado muy bien a su rival y buscó hacerle daño en uno de los aspectos donde es fuerte, el juego aéreo. Contrario a lo que muchos esperaban, Costa Rica causó mucha molestia por alto. En la previa se comentó acerca de la marcación zonal que realiza Panamá en fase defensiva, Costa Rica estudió este posicionamiento de tal forma que encontró puntos débiles. Generalmente fueron centros al segundo palo, evitando la zona por donde cubren los centrales de Panamá. Por eso Giancarlo González y Álvaro Saborío siempre buscaron el alejarse de la zona central del área. También aplicaron tiros de esquina en corto, provocando que la defensa canalera se moviera y abrir espacios.
En el siguiente video se puede observar los movimientos de Saborío y González buscando el segundo palo. Ambos jugadores atacaron a los laterales, huyendo de la zona donde se encontraban Baloy y Torres. Se detalla el cobro en corto y la dirección en la que iban dirigidos los servicios desde tiros de esquina. Se incluyó también la jugada del segundo gol, debido a que nuevamente Saborío buscó salir de la zona de los centrales, le ganó el salto a Carlos Rodríguez y le dejó el balón a Bryan Ruiz. Sin duda Álvaro Saborío fue un factor clave para los costarricenses en este juego.
Ahí estuvo la clave para Costa Rica, ya que siempre tuvo el partido cuesta arriba. Logró sacar ventaja en el juego aéreo y ser efectivo. De no ser por esto, los nacionales se hubieran traído una goleada correctiva de tierras canaleras.
Pinto intentó darle continuidad al plantel que disputó la Copa UNCAF 2013 y prescindió de inicio de varios jugadores legionarios. Entre ellos Bryan Oviedo, Jhonny Acosta, Rodney Wallace, Joel Campbell, Michael Barrantes y Cristian Gamboa. Sobre todo sorprendió dejar en la suplencia a Oviedo y Gamboa. La planilla de la UNCAF resintió la intensidad de juego en los primeros minutos y lo pagó muy caro. Es difícil adivinar si el rendimiento costarricense hubiera diferente, si Pinto hubiese optado por incluir a más legionarios desde el arranque. Los seleccionadores siempre acusarán el poco tiempo de trabajo con los jugadores que vienen desde el extranjero (aún más a CONCACAF con el desorden de fechas). De todas maneras Pinto debe tomar nota de lo ocurrido en Panamá y en general la primera jornada de la hexagonal, donde los rendimientos fueron muy parejos y nadie regaló nada. Por eso las palabras de Michael Bradley reflejan mucho la realidad:
“Cuando juegas en países como México o Costa Rica, debes estar preparado para que salgan mal unas 50 cosas, desde el momento en el que bajas del avión hasta que vuelves a subirte a él. Terrenos de juego en mal estado, público vociferante e intimidante, problemas en el hotel…No vale la pena ni preocuparse ni quejarse, porque lo único que consigues es agotarte…Los jugadores más jóvenes tienen que adaptarse a esas dificultades a toda velocidad.”
El ente que rige el fútbol mundial catalogó el partido como de alto riesgo, debido a lo mucho que estaba en juego. Las dos selecciones han tenido una fase de grupos muy deficiente, llegando obligados a esta jornada a puntuar. Debido a que El Salvador cierra su participación en México, era necesario buscar la victoria y dejar sin posibilidades a Costa Rica que jugará el martes contra Guyana.
Juan de Dios Castillo propuso un 4-4-2 para el equipo cuscatleco. Denis Alas por delante de la línea de zagueros mientras que Eliseo Quintanilla más adelantado tratando de comunicar con los delanteros. Los malos resultados tampoco han llenado de regularidad el once inicial salvadoreño. La inclusión de Rodolfo Zelaya fue una de las sorpresas. Zelaya viene saliendo de una larga lesión y el cuerpo técnico asumió el riesgo. Esto tendría repercusiones importantes luego durante el partido.
Jorge Luis Pinto volvió a utilizar una formación basada en 5 defensores. Sin embargo la propuesta ofensiva fue diferente, por lo que el esquema se asemejó más a un 3-4-3 que al 5-4-1 que utilizó en el Estadio Azteca. En el mediocampo repitió con José Miguel Cubero y Yeltsin Tejeda en el centro, mientras que en los costados colocó a Christian Bolaños y a Bryan Ruiz – que debutaba en la eliminatoria. Al frente se inclinó por la fuerza de Álvaro Saborío.
Formaciones iniciales
Con estos antecedentes, el partido tomó un ritmo esperado durante los primeros 15 minutos. El Salvador presionando con ímpetu apostando a sus individualidades. Costa Rica por su parte estaba más cauteloso y con ciertos problemas para frenar a Rodolfo Zelaya. Los locales no lograban penetrar por los costados, y el desequilibrio de Zelaya fue su mejor arma. A pesar de esto Costa Rica tuvo una clara opción de gol cuando Bryan Ruiz habilitó a Álvaro Saborío por el centro de la defensa, pero este falló en el remate final.
Luego de ese primer cuarto de hora, Costa Rica comenzó a presiona más arriba. Cubero logró presionar tan arriba hasta topar con Denis Alas, lo que imposibilitaba la salida clara de los salvadoreños. Tejeda se quedó con Quintanilla, protegiendo la última línea defensiva.
Al jugar a perfil cambiado, los movimientos naturales de Bolaños y Ruiz hacia el centro permiten abrir espacio para las incursiones de los laterales Bryan Oviedo y Cristian Gamboa. Esto provocó que Jaime Alas y Osael Romero tuvieran muchas precauciones por las bandas.
La presión de los dos delanteros de El Salvador fue pobre, posiblemente afectados por problemas físicos. Eliseo Quintanilla tampoco marcó adecuadamente por lo que Yeltsin Tejeda tuvo muchas libertades para controlar la pelota en salida. Tejeda logró enviar balones largos con peligro durante el primer tiempo.
Ruiz retrocedió algunos metros para tomar el balón, lo que le permitió a Costa Rica tener mayor posesión de balón durante lo que restaba del primer tiempo. Puso pausa y controló los tiempos del partido para llevar el ritmo que Costa Rica quería. Su aporte fue importante y le complicó mucho el juego a Denis Alas. El Salvador estaba con mucha frustración acumulada al no poder tomar el control de la posesión de la pelota, ocasionando muchas faltas con cierto cinismo. Fueron los mejores minutos de los ticos en el juego, generando peligro por los costados con las subidas de los laterales. Una jugada por la izquierda entre Gamboa y Bolaños propició un centro pasado al segundo palo, que Álvaro Saborío devolvió a Ruiz quien finalmente sirvió para Cubero que controló en el área y disparó rasante al palo largo del arquero Portillo, convirtiendo el único gol para Costa Rica.
Otra jugada desde la derecha, donde Tejeda sirvió en largo para Gamboa quien elevó un centro frente al área permitió a Cubero hacer una media vuelta que por poco transformó en el segundo gol costarricense.
Rafael Burgos terminó por lesionarse y en su lugar ingresó Nelson Bonilla. Rodolfo Zeleya estaba con problemas físicos y se resintió. La presión de los dos sobre Cubero y Tejeda siguió siendo deficiente. Para el segundo tiempo Zelaya también debió ser sustituido. Siendo este uno de los jugadores más destacados en su equipo – positiva y negativamente – esto no fue para nada favorable para su bando, al tener que gastar un segundo cambio obligado.
Para el segundo tiempo, el ingreso de Rándall Brenes (por Bryan Ruiz lesionado) produjo un cambio en ese aspecto de posesión de balón que dio buenos resultados a los ticos en el primer tiempo. Brenes va más al espacio, presionando al lateral rival, y no da ese jugador de más en el centro del campo. Tampoco el ingreso de Michael Barrantes por Yeltsin Tejeda corrigió este aspecto.
Con esto Costa Rica perdió mucho control en el juego, sin embargo El Salvador no pudo crear demasiado peligro a partir de ahí. Las ideas se fueron diluyendo ante la desventaja en el marcado y la presión del público.
Los costarricenses tomaron una actitud de no tomar riesgos, sacando el balón rápido de su propio terreno con cualquier tipo de pelotazo. Regaló muchos metros y esto es de los aspectos que más preocupa de cara a los posibles partidos de una hexagonal. El Salvador careció de muchas virtudes, y esto favoreció en el resultado final a los ticos, pero los equipos de la hexagonal deben tener mayores recursos para causar daño en casa. Con este planeamiento, hay diferencias muy grandes con la presencia de Bryan Ruiz. Al ser Ruiz últimamente un jugador tan frágil físicamente, es importante analizar cómo debe jugar la selección sin él en la cancha. Aquí también se deben tomar en cuenta los partidos contra México donde no se tuvo un buen rendimiento en un balance general.
Posiblemente un equipo como El Salvador ha tenido sus mejores partidos jugando de manera reactiva. Esto quiere decir más resguardado atrás, atacando al contragolpe, esperando la iniciativa del rival. Cuando deben ser proactivos la historia cambia por completo, ya que las ideas deben estar muy claras para saber qué hacer con el balón en los pies. Este fue uno de los principales pecados, sumado a que su estrategia de ataque no funcionó y no tuvieron una respuesta desde el banquillo para contrarrestarlo. Con el partido cuesta arriba, la frustración los llevó a cometer faltas excesivamente violentas – con agresión incluida – y en consecuencia las dos expulsiones en los minutos finales. Con nueve hombres el empate era una utopía.
El resultado era lo más importante para Costa Rica y cumplió el objetivo. Al tener ese respiro en la clasificación, ahora debe dar el puntillazo final a esta etapa y derrotar al equipo de Guyana. La hexagonal está ahora muy favorable, sin embargo ese partido del próximo martes debe tomarse con la mayor seriedad. Hasta después de asegurar la clasificación, debe venir la etapa de análisis sobre esta primera fase en busca de dar una mejor cara para la hexagonal.
Se habla que Ricardo La Volpe es un técnico con mucho énfasis en la táctica. Pero ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué diferencia ha hecho en nuestro Continente? Posiblemente en un fútbol tan poco táctico e integral como el de la Zona de Concacaf, que un hombre como La Volpe hubiera tenido éxito con la selección mexicana es un buen mensaje. Sin embargo hablar de sólo táctica sería reducir sus características. Hay un control del grupo, manejo de entorno y metodologías de trabajo. No es muy motivador pero inspira respeto entre los jugadores y entrenadores. Muchos altibajos en su carrera pero en México marcó una época. Saberse acoplar al medio nacional es vital para conseguir superar las expectativas.
Trataremos de explorar algunos de sus últimos equipos, especialmente sus cuatro años al frente de la selección mexicana, una de los mejores equipos aztecas de todos los tiempos. Todo esto para hacernos una idea de lo que podemos esperar con la selección de Costa Rica. Lo primero que debemos tener claro es que Costa Rica no es México pero al igual que cuando tomó las riendas del tri, la autoestima no estaba muy alta.
Posiblemente su mejor época fue en 2005. Una eliminatoria hacia el mundial de Alemania 2006 manejada con brillantez. Recordando la contundente victoria 1-2 en el Ricardo Saprissa. Pero sobre todo en ese año el trabajo hecho en la Copa Confederaciones en Alemania fue lo que terminó de darle los méritos suficientes para ser uno de los cabezas de serie para el Mundial del siguiente año.
Confederaciones 2005
Es aquí donde realmente México se da a conocer como una potencia. Su formación basada en tres defensores centrales y dos laterales sorprendía su eficacia con gran manejo de los ataques por los costados con velocidad. “México impresionó con un juego basado en un generoso despliegue físico. Modificaba velozmente su formación básica de 3-3-3-1 a un 4-5-1 más defensivo o un 3-4-3 más ofensivo. Alternaba entre una actitud defensiva caracterizada por una superioridad numérica alrededor del balón, y por una veloz combinación de toques cortos por el medio o por las puntas.” (Informe GET FIFA Confederaciones 2005 pag 13)
Una sorprendente victoria 1-0 sobre Brasil – ojo los movimientos defensivos – y el gran partido contra Argentina que terminó por perder en penales, puso a pensar a los contrincantes a nivel mundial acerca de las verdaderas capacidades de este equipo. Defensa muy sólida a partir de nueve jugadores con gran repliegue y una rápida respuesta de contragolpe aprovechando los espacios por los costados.
“Independientemente de su estructura de juego… México defendió con nueve o diez jugadores. La presión la realizaban generalmente dos jugadores sobre el poseedor del balón… Su juego predilecto era el contraataque por las bandas, o mediante sagaces combinaciones, tocando corto y devolviendo paredes entre tres y cuatro jugadores. Rafael Márquez (4) fungía de líder táctico en los partidos que disputó, era altamente eficaz en la zona central de la línea media, o en calidad de líbero en una defensa de tres hombres. Gracias a la superioridad numérica en el medio campo, maniobraban generalmente con veloces toques y paredes, y vertiginosas gambetas impredecibles…. el equipo en general supo adaptar su táctica a las circunstancias del partido. Hicieron gala de gran variedad de maniobras estudiadas (p. ej. esquinas cortas), acciones de uno-dos…” (Informe GET FIFA Confederaciones 2005 pag 77).
(Formación inicial contra Arg con Sánchez 1; Salcido 3, Osorio 5, Pineda 14; Márquez 4, Mendez 16, Lozano 21, Pardo 8, Zinha 7, Morales 11 y Borgetti 9 )
(Cambios táctios contra Brasil. Medina 19, Pérez 22, Fonseca 17, Galindo 2, Carmona 18 y Muñóz 12)
Alemania 2006
“México utilizó un sistema flexible de 3-4-3. El trío defensivo estaba compuesto por Salcido (3), Osorio (5) y el líder Márquez (4). La línea media estuvo formada por Pardo (8) y Torrado (6) en el centro, y Méndez (16, derecha) y Pineda (14) en los flancos…. En el ataque maniobraban Bravo (19), ligeramente replegado en la punta derecha, junto a los dos arietes Fonseca (17) y Borgetti (9), que debió ser sustituido ocasionalmente por Franco (10) debido a diversas lesiones. México modificaba su esquema táctico según las circunstancias del juego. Con la intención de otorgarle mayor peso a la línea media en los dos primeros partidos, se incluyó al volante Zinha (7) en lugar de uno de los delanteros. Contra Portugal, la selección azteca se presentó inicialmente con un bloque defensivo de cuatro hombres, colocando a Márquez como barredor en la línea media defensiva. Tras la ventaja portuguesa, se retornó al antiguo sistema defensivo. En octavos de final contra Argentina, se optó por un sistema 3-5-2, apoyando los volantes Castro (15) y Morales (11) la línea media central defensiva de tres hombres en las labores de contención, así como a los atacantes en los despliegues ofensivos de su escuadra por las bandas. En dicho choque, los mexicanos fueron dignos rivales del elenco argentino. Inmediatamente pusieron bajo agobiante presión a la selección albiceleste, neutralizando así el desarrollo de sus temidas combinaciones. A pesar de que no lograron esquivar la derrota, los mexicanos hicieron gala de una exquisita táctica defensiva, además de destacar con una increíble flexibilidad técnica en los momentos cruciales del partido.” (Informe GET FIFA Copa del Mundo Alemania 2006, pag 223)
Utilizó una defensa reforzada contra Portugal y Argentina, retrasando bastante a los laterales para formar una línea de 5 con estructura 5-3-2. Contra Angola e Irán utilizó un 3-4-3 mucho más ofensivo. Contra Portugal se vieron con algunos problemas al perder el balón en salida, con la debilidad conocida por los costados al robar la espalda de los laterales y obligar a los centrales a la cobertura. En los sistemas de La Volpe la salida con balón dominado es prioridad, por eso es importante que los centrales tengan cualidades técnicas para dar un inicio limpio a las jugadas y no solamente características de recuperación. El ejemplo claro es Márquez, pero también Salcido y Osorio que en algún momento son utilizados como laterales, son preferiblemente posicionados en la defensa central.
Estructura táctica de México vs Portugal con el marcador en contra:
(En rojo los centrales Rodríquez, Osorio y Salcido. En amarillo los laterales Méndez y Pineda. En negro los mediocampistas Pardo, Márquez y Pérez. No salen los dos delanteros Fonseca y Bravo. Para el segundo tiempo entró Zinha por Rodríquez con lo que Márquez pasó a la defensa central)
El partido de octavos de final frente a Argentina, posiblemente el partido más completo que disputaron, con un gran nivel pero que desafortunadamente para ellos terminaron perdiendo en tiempos extra con un gol fuera de serie de Maxi Rodríguez.
(En rojo los dos delanteros de Argentina Saviola y Crespo. En negro los tres centrales + en amarillo los dos laterales. Aplicando nuevamente el 5-3-2 con mucha amplitud para cubrir la zaga defensiva)
(Tiro libre desde la derecha para Arg. Marcaje zonal en el área, no al hombre. Dos jugadores para cubrir la frontal del área y evitar la segunda bola para el rival)
(Sánchez 1, Márquez 4, Osorio 5, Salcido 3, Méndez 16, Pardo 8, Guardado 18, I. Castro 15, Morales 11, Fonseca 17 y Borguetti 9. Castro y Morales retroceden para pasar del 3-5-2 al 5-3-2. También Guardado podía retroceder dejando a Morales en el medio campo)
Importantísimo destacar que estas formaciones con base en 3 defensores centrales se usaron contra equipos que jugaban con dos puntas. En caso de que el rival tenga sistemas basados en un delantero centro y dos extremos, ejemplo 4-3-3 o 4-2-3-1, Ricardo La Volpe exige que su defensa pueda cambiar de manera efectiva a dos centrales (línea de 4 defensores). Se interpreta de sus palabras que a diferencia de un club, en el que el sistema depende de los jugadores disponibles, en una selección los jugadores dependen del sistema o estilo a emplear. En el caso de México, esa flexibilidad para cambiar entre sistemas no sería posible si por ejemplo tuviera tres “Maza” Rodríguez como defensores centrales. El tener en esa zona a elementos como Salcido o Márquez permite que la polifuncionalidad de estos pueda estar al servicio de la flexibilidad del sistema y de las circunstancias del juego, como el rival. En el caso de Costa Rica, el perfil de Johnny Acosta se hace con muchas posibilidades para jugar, por saber iniciar las jugadas de atrás. Gilberto Martínez por su capacidad para jugar en sistemas de 2 o 3 centrales, así como también como posible lateral defensivo.
Otro aspecto destable con respecto a lo que vimos de La Volpe en México y como posteriormente veremos en Boca Juniors, la no utilización de un único enganche. Es por esto que sería poco probable que utilice sistemas 4-2-3-1 o 4-3-3 con “enganche” o “volante táctico” , mucho menos el tan sudamericano 4-3-1-2. Para ponerlo en la situación costarricense, el caso de Diego Estrada sería interesante, ya que tendría que moverse hacia una banda acompañado de otro creativo. En su primera semana de trabajo en Costa Rica trabajó con línea de 4 pero su preferencia es el 5-3-2 y así lo ha expresado. “Efectivamente nosotros probamos línea de cuatro atrás, con cuatro volantes, dos de recuperación y dos por afuera, más dos puntas. Pero me basé en eso para facilitar mi entrada hacia todo un plantel, porque muchos de estos jugadores usan este sistema (en sus equipos de Primera). Sin embargo, a mí me gusta mucho más el 5-3-2, pero no lo puedo poner con dos días de práctica. Voy a ir despacito, paso a paso.” dijo en una entrevisa al diario La Nación. Tampoco se puede descartar que utilice otros sistemas pues gusta de tener variantes. “En un club uno se apega al material humano que halla en el equipo, en una selección se buscan jugadores con características favorables hacia un sistema, que aún no he elegido. Puede ser el 5-3-2 que a mi me gusta, o un 4-4-2 o un revolucionario 4-3-3. Si tenemos jugadores que se adapten a ellos, podríamos tener tres sistemas sobre los que el mundo del futbol está girando.”. Expresó en su primera conferencia de prensa al inicio del trabajo práctico.
Boca Juniors Agosto – Diciembre 2006
(Este es al menos el posicionamiento que pretendía La Volpe en Boca. Cambiaron los nombres por rendimientos y lesiones)
El regreso de La Volpe a su tierra natal no fue la época de mayor éxito. Llegó a Boca Juniors, impuso un estilo distinto al de el “Coco” Basile que había tomado las riendas de la selección albiceleste. Basile jugaba 4-3-1-2 y La Volpe cambió a 3-5-2 desde el primer día de entrenamiento. El Cata Díaz fue el líbero junto a dos centrales más. Generalmente Claudio Morel, de caraterísticas similares a Salcido, por su polifuncionalidad. Podía jugar de lateral y central con buena salida de balón. El otro central fue siempre duda. Jugó Silvestre e incluso el mismo Ibarra, reposicionado como central y dejando a Calvo como carrilero derecho. Nuevamente encontramos las tendencias de La Volpe, con la preferencia por centrales que buen perfil para iniciar las jugadas desde atrás. El medio campo compuesto por cinco hombres, Gago por delante de la defensa fue indiscutible. No fue la mejor temporada para Gago, tal vez pensando en su posible traspaso al Real Madrid no se arriesgó mucho en lo físico. En diciembre se confirmaría su contratación con los merengues, junto con Higuaín. En la delantera generalmente dos puntas, Palacio y Palermo. En el desempate contra Estudiantes el esquema cambió a 3-4-3 con la inclusión de Guillermo Barros Schelotto.
Realmente más allá de los sistemas tácticos, La Volpe nunca llegó a compenetrar con el grupo, al menos no con todos. No sería de extrañar que muchos de ellos quisieron la partida del entrenador. Las lesiones de Ibarra y Krupoviesa terminaron por desestabilizar el rendimiento óptimo de la zaga defensiva, que nunca encontró solidez.
(Partido River 3 – 1 Boca en Octubre de 2006. El detalle de los tres centrales Silvestre, Díaz y Morel. Mediocampo de 5 hombres. Dos puntas que no salen en imagen, sin responsabilidades defensivas, Palacio y Palermo. Destacar que River Plate jugó 5-3-2 con Higuaín y Farías en punta)
Atlas 2009
Luego del paso por Boca en 2006 y Vélez en 2007, La Volpe regresó a México para dirigir al Monterrey en 2008. Tuvo en buen primer torneo, alcanzando las semifinales con la colaboración de jugadores como Humberto Suazo que fue el goleador. Sin embargo en el siguiente torneo las cosas no salieron bien y norenovó contrato al final del torneo. En 2009 fue contratado por el club en el que tuvo mejor paso en México entre 1997-2001, el Atlas. No tenemos muchas referencias sobre su trabajo en 2009, pero definitivamente no fue el rendimiento esperado y fue sustituido en Noviembre del mismo año. Gracias al sitio mediotiempo.com vemos como las formaciones fueron generalmente 5-3-2:
(Derrota del Atlas 0 – 5 contra Pachuca en Mayo 2009. Fuente Mediotiempo.com)
Para finalizar este repaso por las formaciones de Ricardo La Volpe, presento esta entrevista realizada por Fernando Niembro en su programa de “La última Palabra”. Me parece la entrevista más sustancial que le he visto, entre las que recorrí por internet, al menos en video. No es tan extensa y vale la pena escucharla. Ahí habla acerca de los cambios en la táctica en circunstancias de rivales que juegan con solamente un delantero centro, estilo 4-3-3, además de otros aspectos muy interesantes como la utilización de los carrileros, el enganche, los extremos “wingers” y algo muy importante de sus planteamientos con línea de 5 y no con línea de 3 en la práctica. Pero sobre todo una sincera expresión de su filosofía de la cuál espero buenas cosas en nuestro país.
Foto Portada: AFP
Literatura Citada:
Grupo de Estudio Técnico de FIFA. Report and Statics FIFA Confederations Cup Germany 2005. Federación Internacional de Fútbol Asociado. 2005. Disponible en: http://es.fifa.com/mm/document/afdeveloping/technicaldevp/50/09/74/cc%5f05%5fgermany%5ftr%5f315.pdf
Grupo de Estudio Técnico de FIFA. Report and Statics FIFA World Cup Germany 2006. Federación Internacional de Fútbol Asociado. 2006. Disponible en:http://es.fifa.com/mm/document/afdeveloping/technicaldevp/50/08/34/fwc%5f2006%5fgermany%5f1%5f1%5f263.pdf (parte 1) y http://es.fifa.com/mm/document/afdeveloping/technicaldevp/50/08/32/fwc%5f2006%5fgermany%5f1%5f2%5f262.pdf (parte 2).
La copa del mundo ha finalizado con el campeón España. El mismo que deslumbró en la Euro 2008 ahora consigue el máximo trofeo del fútbol mundial. Ahora hablamos de que a diferencia de otros campeones que se desvanecen, este podría ser el inicio de una hegemonía de años.
Pero pensemos por un momento en que todo esto jamás hubiera sucedido. La diferencia de estilos entre esa selección de Holanda y España fue mínima durante el partido (1-0) e incluso Holanda pudo haber convertido en varias ocasiones. Es decir, tan solo una jugada pudo haber inclinado la balanza hacia el otro lado. De haber ganado el equipo de Bert Van Marwijk estaríamos discutiendo nuevamente acerca de que tan importante es la posesión del balón, que el abuso de la circulación del balón sin verticalidad es poco productivo. Música para los oídos de Mourinho, el máximo exponente del fútbol vertical y arrollador. Juego brusco aparte, Holanda estuvo cerca de alcanzarlo.
Ahora volvamos a la realidad. Iker Casillas detuvo los mano-a-mano con Robben e Iniesta consiguió el gol de la victoria al minuto 116 de la prórroga. España vuelve a poner sobre la mesa su estilo del tiki-taka con los jugones. No solamente como estrategia dominante para ganar los partidos sino que también para no perderlos. Porque España sólo recibió dos goles en toda la competición. Una superioridad tan marcada en la posesión del balón, evita que el contrario pueda crear acciones en contra. Además se suma la presión arriba en el campo, línea defensiva adelantada – tal y como lo hace el Barcelona, la base de la selección – lo cual permite una rápida recuperación del balón. Un sistema basado en el 4-2-3-1 con laterales que se suman al ataque. Decía Jonathan Wilson en un artículo que una de las coincidencias de los últimos campeones mundiales era el aporte de los laterales. Francia con Lizarazu y Thuram, Brasil con Cafú y Roberto Carlos, Italia con Grosso y Zambrotta y ahora España con Capdevila y Ramos. Es claro que el aporte de laterales con mentalidad ofensiva es un plus que brinda mayores opciones para conseguir los resultados. Comparados con Holanda o Argentina, con laterales de mentalidad defensiva exceptuando a Van Bronckhorst que por su edad ya no tiene el recorrido de antaño. Alemania tuvo a Lahm. Brasil tenía a Maicon y a Bastos, aunque este último quedó en evidencia con algunas exposiciones a nivel defensivo, precisamente es la razón por la cual algunos entrenadores prefieren laterales con mayores cualidades defensivas. El 4-2-3-1 invita a los laterales a ir al ataque y siendo este el sistema predominante en esta Copa del Mundo, España presenta una propuesta interesante.
Ciertamente es muy prematuro afirmar que España marcará una tendencia mundial. Hay mucho más razones para pensar que será todo lo contrario. Sobre todo porque evidentemente no es tan sencillo disponer de un grupo de jugadores con esas cualidades. Incluso este mundial mostró las estrategias defensivas de equipos como Paraguay, Uruguay, Eslovaquia, Brasil y la misma Holanda. Prácticamente se puede nombrar en el bando contrario de estilos a España y a la osadía de Marcelo Bielsa con Chile. Sin embargo algo si queda claro, más allá de un estilo táctico o estratégico a nivel de selección, España marca la pauta en formación de jugadores y estructura. A pesar de las diferencias entre clubes y comunidades, España sigue produciendo generaciones de mucho talento. Es calidad diferencial. Modelo a seguir sin duda.
Iniciando esta nueva década, los choques de estilos están más vivos que nunca. Después de un buen cierre de los años 90, a mediados de la década pasada con la sorpresiva irrupción de Grecia como campeona de Europa, las tendencias iban por otros rumbos. Jugar con un solo delantero. El 4-3-3. Apareció Mourinho a nivel de clubes con dos copas de Europa en 2004 y 2010 también aparece Guardiola y el Barcelona 2009. La lucha de estilos entre fútbol proactivo y reactivo se sigue repitiendo en el ámbito mundial como lo ha sido a través de la historia. El catenaccio y los fantasistas. Menotti y Bilardo, Malofeev y Lobanovskyi, Helenio Herrera, Hebert Chapman, Alf Ramsey vs Shankly, Stein y Michels. Mourinho y Guardiola. Vicente del Bosque y Van Marwijk. Es una lucha sin final porque son conceptos muy arraigados entre las diferentes escuelas. Tal vez es una manera de simplificar las cosas pero para gustos los colores. Son maneras de ver, jugar y competir en el fútbol. La única cosa siempre en común, el amor por el deporte.
No cabe la menor duda, España es la mejor selección en la actualidad. El destino le ha dado al fútbol un mensaje muy interesante en esta final en Johanesburgo. Ganar lo es todo, pero también se puede ganar jugando bien, aunque para esto, evidentemente, se requiere de jugadores con calidad superior.
España tuvo un promedio de goles muy bajo, 8 goles en 7 partidos. Todos a excepción de Chile, contra los ibéricos nunca lucharon por el dominio del balón. Sucumbieron desde el inicio condenados a las posiciones defensivas. De esos sólo Honduras recibió más de un gol. Prueba de la frialdad con la que afrontaron esos compromisos. Psicológicamente los equipos se prepararon para aceptar que España era superior. Jugaban a otra cosa.
Con las alineaciones confirmadas, los dos equipos estaban seguros de que no había sorpresas, todo estaba saliendo como lo esperado. Sin cambio de planes. España repitió el equipo ganador contra Alemania. Holanda con su titular del 1 al 11.
Sergio Ramos comenzó a crear problemas. Dirk Kuyt no solamente tenía que retroceder mucho sino que a pesar de sus esfuerzos, no lograba llegar con claridad a posiciones ofensivas. Busquets sobre Sneijder. Capdevila sobre Robben. El lateral izquierdo tenía una tarea complicadísima, pero al menos durante el primer tiempo, Robben no sacaba ventaja.
Claramente el partido se tornó violento. Con irrespeto de los dos equipos hacia el juego limpio y hacia Webb, que con la necesidad de no complicar de alguna forma el espectáculo, decidió evitar expulsar. Sobre todo los holandeses, jugaron siempre al filo del reglamento, casi como único recurso para detener la técnica española. Van Bommel fue lo que siempre ha sido, un jugador con mala intención y pésimo carácter (recordemos sus pasos en el PSV, Barcelona, Bayern Munich y la selección – incluidos los cortes de mangas). Para terminar de representar esto, la entrada de De Jong sobre Xabi Alonso con una patada al pecho, queda como la imagen del juego sucio del partido.
España no encontraba las vías. Le faltaba amplitud. La presión de Holanda surtía efecto en varias zonas. Fuese como fuese, los holandeses generaron ocasiones, no muchas pero más que importantes para haberse puesto al frente en el marcador. Sobre todo en los pies de Robben. Las esperanzas siempre estuvieron en él. Con su velocidad en movimientos en diagonal fue lo que más inquietó a la defensa española pero se topó con Casillas, otro de los héroes. Pero las mejores oportunidades siempre estuvieron del lado español. Incluso en tiros de esquina. Sin embargo la anotación no llegaba. Los tiros desde fuera del área fueron menos que contra Alemania, intentaban siempre una posición más cercana a meta. A veces incluso con cierto individualismo dentro del área. Vicente del Bosque tuvo su cuota de protagonismo con los cambios. Buscó amplitud y profundidad por derecha con el cambio de Navas por Pedro. Esto porque Pedrito no sobresalió tanto como en el partido anterior y era el momento para el sevillano que demostró mejor nivel que Silva para el puesto. Van Bronckhorst estaba siendo sobrepasado una y otra vez por los constantes ataques de la banda sevillana Ramos-Navas. En este momento Van Marwijk también tuvo su respuesta desde el banquillo con el ingreso de Elia. Kuyt no había jugado mal, siempre con su inteligencia posicional pero Holanda necesitaba responder antes de que fuese tarde. Al estilo Mourinho, este cambio tenía un doble sentido en su aplicación defensiva en primera instancia y por supuesto generar mayor peligro con la verticalidad de Elijero Elia. Los movimientos por la izquierda de Elia, Van Persie y Sneijder, le daban mejor proyección en diagonal a Robben.
También entró Fábregas por Xabi Alonso, el mismo cambio que Vicente del Bosque hizo contra Paraguay. Era ya arriesgando un poco más. Tampoco nadie estaba regalando nada y los 90 minutos finalizaron con empate a cero.
Iniciaron los tiempos extra con la respuesta de Holanda con el ingreso de Van der Vaart. En este momento el partido pudo haberse tornado en uno de ida y vuelta. Incluso en dos contragolpes España pudo liquidar el partido. Los entrenadores quemaron sus cartuchos, Braafheid por Van Bronckhorst y Torres por Villa. Cambios de piernas frescas más que movimientos táctico-posicionales. Era el segundo tiempo extra y España lucía más entero. Llegó por fin una expulsión, de Heitinga en una incursión de Iniesta. Van Bommel tuvo que colocarse como central y Van der Vaart y Sneijder debían retroceder aún más. Sobre todo Van de Vaart que acababa de ingresar.
Sin renunciar a su estilo, con juego entre líneas, ahora con más espacio para transitar con la pelota de pie a pie, España tuvo su recompensa. El gol fue eso, el premio a la constancia y en los botines del más humilde de todos, Andrés Iniesta. Las incontables decepciones han quedado en el olvido y la mejor selección española de todos los tiempos logra la inmortalidad de la gloria del fútbol. El tiki-taka quedará marcado en los libros de historia, regala un aire de frescura ante los resultadistas y vuelve a equilibrar la balanza. Fútbol generoso y proactivo. Casillas, con destellos del divino Zamora y con la vestimenta verde como mal aventurado Arconada en los ochenta, levanta la Copa del Mundo.
El partido por el tercer lugar también merece su mención. Un juego con menos trascendencia y opacado obviamente por la final. Pero que siempre da chispazos de carácter. No nos engañemos por los análisis previos, que para ninguno de los dos equipos este partido era de trámite. Menos para Uruguay, que demostraron una vez más su lucha, su afamada –o mal afamada – garra charrúa, sin dejar un balón por perdido.
Tal vez Alemania si con un equipo alternativo. Con Lahm y Klose lesionados. Podolski en el banquillo pero regresaba Müller, nombrado el mejor jugador joven del torneo. Lo de Klose ciertamente es un golpe ingrato del destino hacia el segundo mejor goleador de la historia de los mundiales (empatado con Gerd Müller).
De no ser por los errores de Muslera, creo que el partido no hubiera sido de tantos goles. Sin embargo esto a la postre fue beneficioso para el espectáculo ya que el partido realmente fue muy entretenido y emocionante.
En lo táctico nuevamente Tabárez aplicó el 4-4-2 asimétrico. Arévalo sobre Özil, Pérez sobre Schweinsteiger. Pero la superioridad numérica de 3 vs 2 en el medio, daba muchas libertades a Khedira. No solamente esto obligaba a Maxi Pereira a moverse hacia el centro perdiendo opciones de ataque por derecha, sino que realmente Alemania cuando se lo proponía, conseguía pasar por el medio. Pero los germanos no tenían el peso ofensivo de otros partidos. Jansen nunca pudo pasar individualmente sobre Fucile – de los mejores laterales del torneo – y por derecha Müller tenía mejor suceso, aunque Cáceres no daba libertades. Schweinsteiger no estuvo fino y se complicó en zonas muy cercanas a su propio marco. El gol del empate es culpa de él, consumido por la presión uruguaya.
Cavani subió mucho, cuando Alemania estaba 0 – 1 arriba en el marcador incluso parecía que Uruguay jugaba realmente con tres delanteros. Prueba es como aparece en el gol del empate. Suárez tuvo muchas ocasiones de gol pero ciertamente no fue su noche. La celeste siempre quedaba en los hombros de Forlán, a pesar de ser este uno de los partidos en donde Uruguay mostró más disposición ofensiva al tener menos que perder y mucho por ganar.
Pero el partido al final se decidió con los errores de Muslera y Lugano aprovechados por Jansen y Khedira respectivamente para que al final Alemania se dejara el tercer lugar. Con un cierre memorable con el tiro libre de Forlán que pega en el horizontal.
Para Uruguay esto no desmerita lo alcanzado. Forlán se ha coronado con el balón de oro, algo en cierta forma merecido aunque ingrato para Xavi. Pero Tabárez con un equipo limitado y con deficiencias consigue un cuarto lugar, la mejor posición para un equipo del continente americano. Suerte o no, hay muchas cosas rescatables.
Sobre todo este segundo tercer lugar consecutivo para Alemania es más valioso que el primero. Para el 2014 el promedio de edad de este equipo tan sólo sería de 26 años. Joachim Löw demostró que la juventud merece oportunidad y también deja un claro mensaje para las tendencias del fútbol. Al igual que lo que hizo Ghana de la mano de Rajevac, apostaron por una generación joven y dejan un gran sabor de boca. Alemania mostró por momentos un juego brillante y el tercer lugar es merecido.