El martes pasado, Costa Rica logró sacarle un empate a dos a la selección nacional de España, actual campeona del mundo en partido disputado en el Estadio Nacional de Costa Rica.
Con anticipación, el cuerpo técnico del seleccionado costarricense anunció la posible utilización de cinco defensas para contrarrestar el ataque español. El 4-4-2 que tradicionalmente utiliza Pinto no parecía la mejor opción para enfrentar al 4-3-3 ibérico. Quedaba esperar alguna sorpresa táctica para reforzar las zonas defensivas y ver el acoplamiento que esta presentaría.
Así fue, un 5-4-1 en fase defensiva mostró Costa Rica desde el inicio. Tres defensas centrales y dos laterales. Dos mediocentros, dos extremos y un delantero en punta. Con las diferentes zonas de presión empleadas y los movimientos ofensivos, el sistema fue cambiando para cubrir los espacios.
Costa Rica no presionó arriba la mayor parte del tiempo. Prefirió sentarse algunos metros atrás para no perder las posiciones defensivas. Sin embargo Bryan Ruiz, Randall Brenes y Joel Campbell tuvieron agresividad para presionar en algunos lapsos, sobre todo en el primer tiempo. El error de Casillas que permitió el primer gol no necesariamente es una prueba de esto, ya que los ticos se encontraban en ataque en el momento que el portero del Real Madrid intentó salir con el balón dominado.
Del Bosque planteó el tradicional 4-3-3 similar al utilizado contra Inglaterra. Los nombres en su formación cambiaron sustancialmente el desempeño y posiciones dentro del campo. Por ejemplo no incluir a Busquets le dio más responsabilidades a Xabi Alonso. Generalmente al salir desde atrás, Xabi Alonso tuvo libertades para distribuir el esférico. La presión costarricense se hacía más fuerte cuando recibían el balón Xavi Hernández o Andrés Iniesta en ¾ de cancha. Este último tuvo mucho más protagonismo durante el juego mientras que Xavi lució aislado y ciertamente no en su mejor tarde.
La capacidad para retener la posesión que tiene la selección española, una de las cosas que mejor saben hacer, fue sin duda uno de los puntos más bajos. Esto desde el punto de vista del alto estándar que tienen en sus partidos desplegados durante los últimos años. Ni siquiera en los recientes enfrentamientos contra equipos de más renombre como Inglaterra, Chile, Italia, Argentina o Portugal, lucieron tan deficientes para controlar el ritmo del juego. Aparte de esto, tomando como base el análisis presentado por Michael Cox, su capacidad para buscar la penetración se ha visto reducida en los últimos juegos.
España también lució descuidada defensivamente. Los laterales Arbeloa y Monreal tomaban posiciones muy adelantadas, dejando espacios atrás que fueron difíciles de cubrir posteriormente. Con Xabi Alonso como única protección ante estas situaciones, tuvieron complicaciones para recuperar rápido el balón. A la espalda de los laterales, Ruiz, Campbell y Brenes tuvieron una tarde sensacional.
Los ticos también tuvieron notas altas al recuperar el balón. Cerraron bien los espacios y al marcar cometieron pocas faltas en propio campo. Esto al menos durante el primer tiempo. Al recuperar la pelota, rápidamente lanzaron balones largos a Campbell o buscaron abrir al costado para las subidas de Ruiz y Brenes. Ocasionalmente Bryan Oviedo sorprendió con subidas aprovechando descuidos de Arbeloa y Puyol.
Con dos goles de ventaja al terminar el primer tiempo, Costa Rica estaba haciendo lo que ni los más optimistas pensaban, derrotar al campeón mundial.
Cambios en el segundo tiempo
España hizo cuatro variantes al medio tiempo. Ingresaron Victor Valdés (Casillas), Santi Cazorla (Xavi), Jesús Navas (Mata), y Busquets (Xabi Alonso). A los 70 minutos ya los españoles habían hecho seis cambios con la entrada de David Silva (Fábregas) y Fernando Torres (Monreal). España quedó con sólo tres en el fondo y el soporte de Busquets. Se adueñó del esférico y comenzó a generar muchas ocasiones de gol. En este aspecto los jugadores españoles también lucieron erráticos de cara al marco rival, como frente a Inglaterra.
Costa Rica cedió mucho terreno con una decadencia visible en la intensidad de juego. No presionaba igual y no generaba peligro de contragolpe. Las muestras de fatiga resaltan cuando los jugadores pierden precisión en los pases.
Ante la situación que estaba viviendo el equipo, Jorge Luis Pinto se vio obligado a realizar una cantidad similar de variantes a la de su rival. Contra Panamá realizó cinco cambios y frente a España sumó seis. El problema no radica esencialmente en que haya sacado a un jugador particular del partido, sino que no había suficientes jugadores en el banquillo competentes para levantar el ritmo de juego. Entraron José Luis López (Brenes), Winston Parks (Campbell), Junior Díaz (Barrantes), Carlos Hernández (Oviedo) y Allen Guevara (Ruiz). Sin embargo estos jugadores no lograron acoplarse al mismo ritmo de los que estuvieron en el primer tiempo. El partido siguió con la misma tónica, con España en busca del gol.
Los españoles tuvieron muchas opciones de gol durante el juego pero la intervención de Navas y la falta de definición de parte de ellos permitieron a Costa Rica aguantar durante al menos 80 minutos. Los goles para España pudieron llegar antes pero estando tan cerca del final del encuentro, tuvo cierto sinsabor para los costarricenses.
Un primer tiempo brillante por parte de Costa Rica dio un verdadero susto a los campeones del mundo. El partido cambió drásticamente en el segundo tiempo con las variantes en ambos combinados. Comparando los dos equipos en cierta forma también era normal que esto sucediera. Los ticos no lograron mantener el ritmo de juego ni con las variantes, lo cual fue aprovechado por los españoles para salvar el honor.
Tomando como referencia estos partidos amistosos frente a Panamá y España, quedaron algunos jugadores en evidencia en cuanto a su nivel de rendimiento. Las pruebas de jugadores serán ahora analizadas por el cuerpo técnico y para decidir si estos seguirán siendo parte de las convocatorias si están disponibles.
Foto portada: Nacion.com