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El Deportivo Saprissa logró sacar la victoria sobre el Municipal Pérez Zeledón aprovechando los errores del rival más que por virtudes propias. Sin embargo también supieron golpear a los generaleños cuando estos estaban tambaleándose para dejarlos en la lona. El PZ mereció más, o al menos no perder por una diferencia tan holgada.
Marcelo Herrera analizó bien el planteamiento de Saprissa, ese 3-5-2 morado que se vuelve predecible. Los guerreros del sur salieron con un 4-2-3-1 con una característica fundamental, la intensidad. Pero una jugada salida de otro partido puso al Saprissa rápidamente arriba en el marcador. Un golazo de Wálter Centeno desde fuera del área. Esto ponía a los visitantes en una situación obligada para buscar el empate.
El PZ mostró una capacidad para juntar rápidamente sus líneas, cerrar espacios sin regalar zonas en el terreno de juego. Un César Elizondo como eje de ataque, moviéndose por todo el frente ofensivo con mucha libertad táctica. Luego del gol Saprissa perdió el control de la pelota mientras los visitantes comenzaron a generar peligro por los costados. Juan Diego Monge, Albán Gómez, Elizondo e incluso Salas buscaron superar numéricamente por las bandas a Saprissa. En el sétimo tiro de esquina que obtuvieron cayó el gol del empate con el remate de cabeza de Ever Alfaro. Los morados vienen aquejando dificultades para defender en situaciones de balón parado.
Para la segunda parte Myers decide cambiar su esquema. Sabe que puede tener un hombre más en el medio campo para controlar sin quedar desprotegido en defensa. No solamente es innecesario 3 defensores centrales contra 1 delantero del PZ, sino que pone a los carrileros a un desgaste muy alto al obligarlos a recorrer todo el largo de la cancha constantemente. El flaco cambió el 3-5-2 a un 4-1-3-2 con el ingreso de Paniagua por Guzmán y de Alemán por Castillo. Quedó con Sirias de lateral izquierdo, Cordero y Badilla de centrales, Robinson de lateral derecho, Paniagua por delante de la defensa, Centeno por el centro delante, Alonso por la izquierda, Alemán por derecha y al frente Arrieta y Sequeira. Minutos más tarde llegó el cambio de Josué Matínez por Sirias, pasando a Robinson para el lateral izquierdo y Armando Alonso de lateral derecho. Prácticamente un 4-3-3 con Centeno y Alemán en posiciones muy centrales en responsabilidades creativas, Arrieta hacia la izquierda, Sequeira al centro del ataque y Martínez apareciendo por la derecha.
A pesar de esto Saprissa siguió con problemas para mantener la posesión. El Pérez Zeledón mantuvo una buena intensidad y salida rápida alcanzando posiciones ofensivas constantemente.
Es una jugada desafortunada la del penal, del portero suplente generaleño, decisión un poco drástica del árbitro siendo Centeno un jugador que gusta de simular faltas. Así llegó el 2-1. Cuando el PZ metía el acelerador para buscar el empate llegó la expulsión de Ariel Rodríguez, por doble amarilla en un reclamo, otra decisión muy drástica. Con esto Néstor Monge quedó sólo por delante de la defensa, dejando muchos espacios entre líneas que fueron aprovechados Alemán, Centeno, Alonso y Josué Martínez, que anotó el 3-1. Casi de inmediato llegó el castigo final con el 4-1 de cabeza nuevamente de Josué Martínez, con un centro desde la derecha de un Alonso que apareció sin marca, con el PZ metido en su propia área.
Sigue dejando el Saprissa muchas dudas. Los planteamientos tácticos cambiantes dejan la sensación de inseguridad desde el banquillo. No es solamente que no encuentren el esquema adecuando sino que lo pueden hacer mucho mejor. Va más allá de poner 3 o 2 centrales sino de buscar tener un mejor control del medio campo, mucho más posesión sin dejar de lado la generación de juego ofensivo vertical. Sobre todo con rivales que juegan con agresividad al pressing como lo hizo durante gran parte del partido PZ y como lo hizo Herediano. El 4-1-3-2 o el 4-3-3 son opciones que debe probar con más calma escogiendo los hombres adecuados para el puesto desde el inicio.
Para los guerreros del sur fue demasiado castigo porque realmente realizaron un fútbol muy propositivo. No toda escoba nueva barre bien y el trabajo psicológico que se necesita para levantar al equipo es grande. A mi parecer lo hecho en este partido durante gran parte del mismo demuestra que este equipo está para mucho más.
Foto Portada: Nacion.com