Ha sido durante todo el torneo una caja de sorpresas. Muchos cambios en su planteamiento ante una mala planificación de pretemporada, empezar tarde el torneo y falta de poder ofensivo acarrearon malos resultados. El jugador mas regular fue Roberto Wong, quien hasta el partido frente a PZ, era el único que había jugado todos los minutos. El rendimiento de Wallace, Sirias, Salazar y Díaz no terminaba de convencer. Victor Núñez metía goles pero una lesión lo deja fuera de casi todo el torneo. Las cosas no pintaban nada bien para Liberia. La derrota de 3-0 en el Ricardo Saprissa dejó con los pies en la tierra a todo el equipo, pero lo mas importante, analizaron sus propios errores. Los contragolpes eran desordenados, mientras que la defensa todo el torneo hacía aguas, la parte ofensiva no podía aguantar la pelota. La clasificación incluso tuvo algo de suerte de por medio.
Pero también sucedieron cosas interesantes. El regreso de Allen Guevara de la eliminatoria sub-20, disparó el rendimiento del canterano. A pesar de que ya había mostrado gran rendimiento que lo había llevado a la titularidad de la selección juvenil, la confianza que obtuvo del técnico y de sus compañeros fue esencial. Su velocidad, habilidad, picardía y buena visión de juego a la hora de tomar decisiones de pase, lo hacen un jugador con una riqueza individual diferente. El trabajo ya no se recargaba únicamente a una banda con Sunsing, sino que ahora Guevara funcionaba polifuncionalmente desde media punta hasta lateral por toda la banda derecha. Además, la llegada de Leonardo González ha dado una nueva posición a Esteban Sirias, en donde podría aprovechar más su velocidad y mostrar sus condiciones en ataque.
A pesar de que les costaba mantener su portería imbatida, su contragolpe se había convertido en un arma letal. Transición de defensa ataque muy rápido, sumado a los lentos movimientos de repliegue de los rivales.
Liberia puede pasar de un 5-4-1 a un 3-5-2 de forma rápida, dependiendo de los hombres que tenga en la cancha, ya que incluso han utilizado el 4-5-1 con Leonardo González y Harold Wallace, alternando con los centrales. Como ven es bastante variado e irregular. Entre el desorden de principio de torneo, entre cambios y lesiones, lograron encontrar una manera cómoda de jugar y aprovechar sus virtudes. La clave siempre es atacar con cinco, y defender con cinco, sin importar los nombres que sean. Este concepto fue puesto en boga gracias a casos de éxito como el Rafa Benítez. Obviamente no vamos a comparar en orden táctico y disciplina los planteamientos de Liberia con los de Rafa.
Los problemas podrían suscitarse cuando hay poco espacio por donde transitar. Cuando rivales como PZ los invitan a avanzar con más tranquilidad hasta dos cuartos de cancha dejando sin posibilidad de contragolpe. Aquí es cuando la defensa decidió responder, en donde no solo mejoraron de gran forma, sino que también aportaron en jugadas a balón parado que de paso les dieron la clasificación a las semifinales.
Aquí es cuando lo que podía pasar era una incógnita. El partido de ida era clave frente al campeón. Decidieron emplear un 5-4-1, pasando luego a un 3-5-2 cuando entraron Cancela y Nuñez en el segundo tiempo. El partido lo tenían muy bien controlado hasta el empate morado de Centeno. El partido se trabó y terminó siendo intransitable por el centro y bien cubierto por los costados. Saprissa se había salido con la suya.
El partido de vuelta parecía una historia vieja pero Liberia tenía algunos cartuchos que quemar antes. Evitar el juego por centro, neutralizando el juego de Centeno, y además poner a prueba a los marcadores laterales de Saprissa, Nuñez y Oviedo, fueron las principales indicaciones en el primer tiempo. Los morados no podían frenar los ataques pamperos, atacando por los dos frentes con rápidas transiciones. Ante las dificultades Jeaustin Campos decide meter a Paniagua a colaborar con la marca por la derecha, mientras que por la izquierda Robinson debía colaborar más con las coberturas hacia ese sector. Ni aun así pudieron contener a las locomotoras liberianas, que entre Sirias, Sunsing y Guevara hicieron ver muy mal a la defensa local. Al final incluso pudieron haber sido mas goles. El campeón había caído en su casa ante un digno rival.
Los problemas que tiene Herediano en su sector derecho es algo que Liberia ya tiene en mente. Sunsing generalmente juega por la derecha, pero ante esa debilidad del rival, es posible que también intente colarse por ese sector. Precisamente la ubicación de Sunsing decide mucho hacia el lugar donde deciden atacar en determinado momento. Esto es algo que debe de tener muy pensativo al Macho Mora de cara a los partidos de esta semana.
A pesar de las dificultades que han tenido en defensa, se puede notar una curva ascendente de rendimiento en la zaga liberiana. La aparición en el último partido del juvenil Junior Ramírez funcionando en el doble pivote con Willy Eras le da también un escudo mas con que defenderse. Mientras que en ataque, a pesar de no tener mucho peso con que realizar triangulaciones por el centro, por los costados los extremos cuando encuentran espacios suelen ser letales y generalmente consiguen recorrer mucho terreno con el balón en los pies. Veremos si este jueves logran sorprender también al Club Sport Herediano. La ciudad blanca nos espera para presenciar un partido histórico.
Posible alineación: