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Hombre de área. Goleador por naturaleza. Otrora el hombre referente de la delantera morada a finales de la decada de los 90. Malas decisiones en su vida personal lo llevaron a muchos años de irrelevancia deportiva.
Saprissa acomplejaba un faltante en la delantera. Un nueve. Ninguno de sus delanteros cumplía con los requisitos. Ni Arrieta que nunca ha despegado, ni Olman Vargas que no le dieron tiempo de acople, ni el mismo Josué Martínez que funciona mejor de media punta. Para suplir las carencias, Jeaustin Campos tuvo que recurrir en un par de partidos al central Waston. La situación parecía un tanto desesperada.
Dos torneos cortos sin títulos, estrategia administrativa del primer equipo descolgada con su afición, despido del técnico. A la llegada del nuevo estratega, lo primero que solicita es un 9.
Alejandro Sequeira (1975) había regresado al país de la mano del desaparecido equipo de Santa Bárbara en 2003-2004. Paso fugaz nuevamente por Saprissa, luego a El Salvador, regresó a Costa Rica con Cartaginés, Carmelita, Brujas y luego con Ramonense. A partir de su participación con Carmelita, su rendimiento comienza en aumento. Antes de eso la verdad es que sus registros fueron muy pobres. En su primera temporada con Ramonese, convirtió 16 goles en 37 partidos.
De una u otra forma, la gerencia deportiva morada se fija en él para buscar soluciones inmediatas a su deficiencia ofensiva. No se le pide otra cosa que no sea goles. Prometió gol por partido. Ha jugado 5 de las 6 fechas disputadas hasta el momento por Saprissa. Sequiera ya tiene seis goles en su haber. También se empieza a entender muy bien con la segunda línea ofensiva y con el media punta Martínez. Curiosamente el único partido que no jugó, contra su exequipo Ramonense, Saprissa no anotó.