Excelente partido disputado en el Home Depot Center de Los Angeles, California. El equipo Guatemalteco controló gran parte del juego aunque lamentablemente lo más destacado llegó con las expulsiones de dos jugadores chapines. A partir de ahí era evidente que Honduras se iría encima pero su ofensiva desordenada impidió salir con un resultado más favorable.
Dentro de los aspectos tácticos, ambos equipos salieron con sistemas similares 4-4-2. Esto conlleva a zonas o rivales a marcar muy claros para los jugadores. Con la paridad en las marcas la balanza se inclina en la disputa en la zona medular.
Los chapines, a pesar de una presión hondureña en los primeros minutos, pronto comenzaron a recuperar la pelota de manera constante, haciendo efectiva la presión en la salida de los catrachos. Esa intensidad hizo la diferencia para que ganaran la posesión, obligando a Honduras a lanzar balones largos, buscando a Bengston o Costly. El número 10 guatemalteco, Contreras, fue pieza clave tanto en la recuperación como en mantener el balón. Distribuía hacia los costados o al frente con oportunismo.
Marco Pappa aportó su individualismo, desequilibrando las líneas defensivas. Jonathan López presionando por la derecha, obligando a Emil Martínez a retroceder e impidiendo que el lateral Beckeles se animara al ataque despreocupado. Pappa causaba el mismo efecto por el sector izquierdo.
Lamentablemente para las aspiraciones chapinas, las ocasiones de gol no fueron claras, con pocos remates directos al marco de Noel Valladares. Generaron peligro, pero no lo suficiente para abrir el marcador cuando estuvieron en igualdad numérica.
El segundo tiempo tenía símiles con el primero. Minutos iniciales de presión hondureña pero poco a poco Guatemala equilibró la posesión. Después de las dos expulsiones (la primera a Cabrera muy rigurosa) como no podía ser de otra forma, Honduras fue el equipo que llevó la iniciativa.
Ingresaron Ramón Núñez y Walter Martínez. Guatemala se encerró. Jonathan López de lateral derecho, tratar de formar dos líneas de cuatro, y aguantar el asedio. Al igual que durante todo el partido, la figura de Ricardo Jeréz fue importante para mantener el cero en el marcador. Los catrachos con poco orden llevaron peligro, pero sus esfuerzos resultaron insuficientes. De cierta forma hubiera sido un poco inmerecido el triunfo del equipo de la H, con un desempeño tan pobre.
Para ser el campeón de Uncaf y mundialista de Sudáfrica 2010, Honduras dejó más dudas de lo esperado. En contraste a pesar del empate Guatemala dejó buenas sensaciones y momentos de buen fútbol, algo que no todo el tiempo se logra apreciar. En la fecha 2 veremos el avance de los dos equipos.
Foto portada: Concacaf.com