Foto: Aldia.co.cr
Brujas – Pérez Zeledón:
Los hechiceros lograron derrotar a los campeones nacionales y eso requiere más mérito del que se le ha dado en los medios. Esto porque a pesar del mal manejo de grupo que tenían los liberianos – además del claro bajo rendimiento-, el equipo pampero cuenta en sus filas con jugadores que marcan la diferencia en partidos importantes. Pero el planteamiento de Brujas fue muy diferente al de otros partidos. La cantidad promedio de goles de Brujas siempre ha sido bajo pero en esta serie frente a Liberia la efectividad fue muy buena. Un total de cinco goles sin haber jugado su goleador del torneo – Anderson Andrade – por lesión. Brujas cuando tuvo el marcador a favor tanto en Liberia como en Desamparados, no se echó atrás y presionó arriba con defensa adelantada, logrando recuperar el balón con mayor recurrencia en medio campo. De esta forma los contragolpes requerían recorren mucho menos terreno.
Por su parte Pérez Zeledón fueron el segundo mejor equipo del torneo – teniendo en cuenta la tabla general – pero en rendimiento posiblemente fueron los más regulares. Mostrando mucha presencia por los costados con superioridad numérica y con buen balance en medio campo, lograron poco a poco elevar el rendimiento. Lograron una gran victoria en el Morera Soto, un empate en el Ricardo Saprissa, y en el último partido terminaron con las aspiraciones de los morados por clasificar. Obtuvieron el primer lugar en el grupo más complicado. No perdió en los últimos 10 partidos del torneo. Únicamente obtuvo tres derrotas en el campeonato, curiosamente de forma consecutiva. Por rendimiento son los favoritos para llegar a la final, pero en frente tienen un equipo que sabe jugar con los dientes apretados.
Puntarenas – Herediano:
Sin duda alguna los chuchequeros son la revelación del torneo. Tienen razón en decir que nadie daba un cinco por ellos. Pero como técnico tienen a alguien que sabe muy bien el tema del manejo de vestuario. Sabe sacar el mejor rendimiento de sus muchachos. Requiere de tiempo y un poco de paciencia para encontrar el camino. Sin embargo las condiciones en el Puerto no fueron las mejores, ni en lo económico –después de la salida de los mexicanos del Zelaya y la muerte de Adrian Castro – ni en lo deportivo en donde la plantilla no se veía como para pelear por grandes cosas. Pero el rendimiento individual y colectivo ha ido en aumento, a pesar de que los resultados no estuvieron del todo de su lado. En otras circunstancias posiblemente la cantidad de puntos no les alcanzaría para clasificar pero aprovechó la oportunidad. Jugadores como Hanswell Ewers – gran valía polifuncional desde la banda derecha hacia el centro –, Darío Delgado – líder en la defensa-, Luis Lara – gran pivoteo y juego aéreo-, Porfilio López – Seguridad defensiva, juego aéreo y salida desde atrás-, Rafael Rodriguez – balón parado, distribución en medio campo-, y Emanuel Campos – velocidad y cambio de ritmo- hacen del equipo puntarenense un rival muy fuerte en casa y de gran cuidado de visita.
La desilusión de la final del torneo pasado y la debacle en la Liga de Campeones de Concacaf en este momento en Heredia no se siente. La alegría ha vuelto a la ciudad de las flores y se respira campeonato. No está la LDA ni Saprissa, por lo que saben que sus posibilidades han aumentado considerablemente. Por plantilla son los favoritos para ganar el campeonato, pero los fantasmas del pasado siempre asustan. Al frente está Puntarenas FC, pero también están ellos mismos. La barrera mental también debe ser derribada. El rendimiento durante el torneo fue irregular pero en las últimas fechas parece tener una curva ascendente. Ragusa ha encontrado equilibrio en su equipo, con la aparición de una figura como Carlos Hernández – relegando a la banca a Bismark Acosta – seleccionado juvenil del pasado mundial sub-20, quien junto a Félix Montoya se reparten las zonas en el medio campo para cortar y dar salida. Incluso el mismo Hernández se encarga de varias de las jugadas a balón parado exceptuando las del borde del área, exclusivas de José Cancela. Este muchacho fue figura en el mundial y Ragusa le ha dado la confianza. Futuro muy prometedor. Este equipo herediano tiene además una juventud y velocidad por las bandas con hombres como Andrés Castro, José Sánchez, Fabián Rojas y Kevin Sancho. En ataque siempre Andy Herron –a pesar de las críticas y problemas – y el argentino Drovandi. De relevos tiene a varios como Kenneth Vargas, Patricio Gomez, Jonathan MacDonald e incluso Carlos Fernández (16 años, 1,87 m. de estatura). En la segunda linea de ataque aparece Cancela como titular y Cristian Blanco como relevo. En defensa ha encontrado regularidad con Arias, Montero y Solís. Estos tres no dan la seguridad deseada pero el equilibrio llega con la aparición de Montoya y Hernández. Es el momento de Herediano de marcar la pauta y dar el paso hacia el frente que han estado esperando durante 16 años. Mañana de visita al Lito Pérez es el primer examen que deben superar si realmente quieren ser campeones.