España tuvo que esperar 83 minutos de partido para encontrar la ocasión indicada para anotar. Únicamente a través de una genial penetración de Iniesta quién luego pone a Pedro de cara a Villar, convirtiendo David Villa en el rebote, es que España logra el triunfo. Paraguay se plantó con una agresividad resaltable, con varias ocasiones para anotar, pero que al final la derrota no significa un fracaso y salen del mundial con mucho orgullo y con aspectos tácticos interesantes que demuestran que el fútbol en el continente americano no esta rezagado.
Tal vez los muchachos de Vicente del Bosque cayeron en las palabras de Martino antes del juego en las que aseguraba que era imposible salir a buscar a España. Lo cierto es que Paraguay salió marcando muy arriba a los ibéricos. Reduciendo los espacios con un posicionamiento muy estrecho en el campo. El cambio de Verón por Bonet era claramente un movimiento de Martino para controlar a Villa, siendo Verón un jugador con mayor capacidad defensiva.
España salió nuevamente con su 4-4-2 asimétrico, es decir con posiciones y estructura no fijas. Por una banda aparece Iniesta por la otra Villa. Andrés Iniesta constantemente se mueve hacia el centro para conectar con Xavi y además abrir espacios para la llegada de Sergio Ramos. Esa era una de las claves del juego. Busquets muy colaborativo en defensa, que ante la constante subida de uno de los laterales tiende a bajar en medio de los centrales para apoyar la zaga defensiva. Los ibéricos no encontraron los espacios, Torres fue nuevamente aislado y conforme el juego avanzaba, Paraguay aunque llegaba menos, parecía más cerca de abrir el marcador. La salida de Torres por Fábregas es uno de los movimientos sobresalientes del partido. Villa se movió al centro de ataque, y España intentó tener mayor amplitud. También entró Pedro, lo cual evidenció aún más los planes de Del Bosque. Si lograban estirar a Paraguay, iban a encontrar los espacios por el centro.
El partido se tornó electrizante. El penal de Piqué sobre Cardozo abría la oportunidad a Paraguay para haberse adelantado y manejar el partido soñado a la defensiva. Reina avisó a Casillas sobre la tendencia de Cardozo para dirigir sus tiros, recordando evidentemente el partido del Benfica – Liverpool en el que Cardozo anotó a Reina dos veces de penal. El consejo de Reina fue determinante para que Casillas lograra atrapar el disparo. Prácticamente un minuto más tarde Xabi Alonso metió un pase filtrado entre líneas sensacional para Villa, quién entrando al área fue derribado por Alcaraz. Sorprendentemente no es Villa, el goleador de España, el que realiza el cobro, es Xabi Alonso quién convierte en su primer intento. La repetición del penal le ganó psicológicamente a Xabi Alonso, y en su segundo tiro, tapó Villar. Polémicamente Villar en el rebote hace contacto con Cesc Fábregas, pero tal vez la exageración de la caída de Cesc hizo que Batres no comprara la falta. Imaginemos por un momento la gran cantidad de caminos que pudo haber tomado el partido en tan solo tres minutos. Estos son los momentos mundialistas.
Después de esas dos jugadas era evidente que la frustración era más grande en los españoles. Pero no en Iniesta. Siempre incisivo. Siempre buscando la pelota y los espacios. Posiblemente el jugador que más extrañó el Barcelona esta temporada, o al menos el nivel al cual nos tiene acostumbrados. Él solo creó la jugada y tocó para Pedro quién estrellaría el balón en el poste y ya sabemos el final con el gol de Villa.
Como conclusión nuevamente España muestra lo difícil que lo pasa para superar defensas tan estrictas tácticamente. Le sigue faltando ritmo al equipo, pero hay que resaltar la constancia para buscar el gol sin renunciar a un estilo. Van a morir con él de ser necesario. Por su parte Paraguay deja un grato sabor. Pudieron haber hecho más que historia pero la derrota no puede hacernos olvidar la disciplina táctica de este equipo que de la mano de Gerardo Martino hizo temblar a grandes como Italia y España.