Panamá derrotó con méritos propios al combinado costarricense. Los goles fueron conseguidos por Gabriel Gómez de penal y Blas Pérez a los 25 y 27 minutos respectivamente.
Ambos equipos tuvieron un planteamiento táctico 4-4-2. Panamá viene trabajando este sistema desde hace bastante tiempo mientras que Costa Rica no lo ha utilizado regularmente. Esto en parte debido a los cambios en la dirección técnica. Pinto utilizó este sistema contra Brasil.
Los costarricenses perdieron la batalla en la zona medular. Armando Cooper y Gabriel Gómez estuvieron bastante finos transitando el balón, con muchas libertades de su rival que falló en la presión sobre ellos. Esta novedad en la pareja de mediocentros, le da una variante interesante a Julio Dely Valdés en busca de mejor posesión de balón. Cooper fue sin duda uno de los jugadores más sobresalientes en el encuentro.
En contraste Panamá presionó desde el inicio, no muy agresivo pero con mucha efectividad. Los costarricenses no lograban superar con balón dominado el repliegue defensivo canalero, obligando a constantes balones largos hacia Parks y Ruiz. Ese tipo de juego es algo en lo cual Panamá parece estar bien preparado para defender.
Las deficiencias en el planteamiento táctico se hicieron más evidentes en el medio campo. Rándall Azofeifa y Jose Luis López fallaron en la presión al rival dejando demasiado espacio detrás de ellos en sus intentos. López fue el encargado de dar la salida desde atrás, pero con los panameños marcando muy arriba, su respuesta fue casi siempre el pelotazo.
Por el sector derecho, Carlos Hernández pareció no estar en la mejor ubicación. Su poca aplicación defensiva hizo que constantemente dejara pasar a los carrileros. Sus recurrentes (o naturales) movimientos hacia posiciones centrales, dejaban muchos espacios por el costado. Esto obligaba a uno de los contenciones a la cobertura o en su defecto, dejaba expuesto al lateral Roy Myrie. Se nota la falta de forma tanto en Hernández como en Myrie.
Por la izquierda, Bryan Oviedo no tuvo uno de sus mejores encuentros. Con pocas incursiones en ofensiva y con dificultades para contener los avances de Quinteros y Machado. Bryan Ruiz por otra parte, tuvo que retroceder muchos metros en busca de recibir el balón y armar alguna jugada. Siempre recibió con doble marca, con pocas libertades para generar peligro.
Ante la inoperancia, Costa Rica tan solo tuvo algunos remates inofensivos desde fuera del área.
Panamá disfrutó de buenos momentos en el primer tiempo. Combinaciones por los costados sumando hombres en ataque, rompiendo las líneas defensivas con facilidad. Demuestran buena cohesión en su sistema/jugadores, lo que les permite incluso sumar figuras jóvenes o novatos para ponerlos a prueba.
Para el segundo tiempo, los canaleros prefirieron resguardar recursos, asentándose un poco más en el bloque defensivo, permitiendo que Costa Rica se adelantara algunos metros. En parte cediendo la posesión de balón y buscar el contragolpe.
Los ticos mejoraron en el control de balón, adelantando más sus filas. Sin embargo esos intentos no se vieron traducidos en ocasiones de gol. Llegaron varios cambios con los ingresos de José Salvatierra, Michael Barrantes, Rándall Brenes, José Miguel Cubero y Joel Campbell. Salieron Myrie, Azofeifa, Hernández, Oviedo y Ruiz. Las variantes dieron movilidad pero no necesariamente claridad en ataque.
Sin duda Jorge Luis Pinto utilizó este partido para probar jugadores en diferentes posiciones. Da la sensación de que el sistema táctico no va a variar. No obstante los nombres si se espera que cambien, no solamente para el compromiso contra España, sino también para la eliminatoria. Hay que darle el beneficio de la duda al entrenador en algunos aspectos, tomando en cuenta el poco apoyo de los clubes nacionales para ceder sus fichas, así como también los jugadores no disponibles por circunstancias de salud (Bolaños, Saborío, Gabas, etc.). Si el dibujo que tenía en mente era otro y tuvo que improvisar a falta de pocos días. Esto será algo a lo que tendrá que ajustarse, siendo estas situaciones recurrentes en nuestro medio.
No es tan claro que tan gustoso de sorpresas tácticas es Pinto. Si su predecible 4-4-2 podría dar lugar a un 4-5-1, ya sea con dos contenciones o incluso con tres medio centros en busca de reducir los espacios entre la zaga defensiva y la línea media. Veremos cuál será su respuesta para el partido del próximo martes.
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