Ni Alemania era tan buena, ni Serbia tan mala. Esas son parte de las conclusiones que nos deja el juego con la victoria de los serbios. Sin embargo el partido pudo haber finalizado con un empate. Los principales fallos alemanes parecieron llegar desde el banquillo, con un Low desesperado y con la cabeza demasiado caliente para tomar las decisiones más adecuadas.
Radomic Antic analizó muy bien la goleada de Alemania sobre Australia. Las libertades de Ozil del medio campo hacia adelante fueron notables, al tener superioridad numérica con el 4-2-3-1 con el 4-4-2 de Australia. Por esta razón Antic cambió el 4-4-2 que usó frente a Ghana por un 4-3-2-1 o visto desde una perspectiva más amplia del posicionamiento, un 4-5-1. Con Stankovic, Kuzmanovic y Ninkovic por el centro del campo, Antic pudo generar situaciones de 3 contra 3. Schweinsteiger, Khedira y Ozil estaban completamente referenciados.
Evidentemente la excesiva expulsión de Klose cambió completamente el juego. Ozil quedó como el hombre más en punta alemán, quedando muy aislado entre Stankovic y los centrales. Por su parte Serbia aprovechó de gran forma los costados, principalmente por el sector izquierdo de Alemania. Krasic dejó en evidencia a Badstuber y a la poca cobertura que brinda Schweinsteiger, a diferencia del otro sector, donde Khedira brinda mayor soporte. Krasic llegó a línea de fondo una y otra vez, en una de esas intervenciones cayó la anotación de Serbia por medio de Jovanovic.
Con un hombre de menos, Khedira era el encargado de sumar un hombre más en ataque, tratando de cubrir parte del terreno que cubría Ozil, que estaba jugando ahora más adelantado. Las entradas en diagonal de Podolski fueron muy peligrosas. Alemania estuvo muy cerca del empate, con un Serbia que se cerraba con ciertas deficiencias. Más allá del penal errado, Podolski no tuvo la pegada del primer partido y con esto se perdieron las esperanzas germanas. Los cambios llegaron con Cacau y Gómez pero no surtieron efecto. Alemania caía derrotada en un partido de primera fase desde hacía 24 años, fallando el segundo penal en campeonatos del mundo de su historia, sin contar tandas de penales.