Se nota cuando ya los equipos se van conociendo. Es la jornada 2 y la información ya no es tan escasa como para el primer partido. En este caso los dos equipos tienen estilos muy distintos desde el aspecto táctico hasta las características de los jugadores pero que se preocuparon por no regalar nada en el estudio de fortalezas y debilidades.
Juan Diego Quesada probó nuevamente una forma 4-2-3-1 del partido contra Pérez Zeledón. Cambios en los nombres. Aparece Víctor Gutiérrez por izquierda y Randy Cubero acompañando a Badilla en la contención. Pablo Salazar se lesionó en el calentamiento siendo suplido por Andrés Flores.
El juego de la UCR es más elaborado prefiriendo conducir el balón a ras del suelo. Cubero y Badilla le dan buena salida al balón. Limón prefiere el juego directo, mucho más físico y gustan del pelotazo largo. Sin embargo por bajo también ofrece buenas cosas a través de jugadores con buena técnica como Henry Pinnock. Es un 4-5-1 un poco distinto al mostrado por Ronald Mora en el primer partido contra Santos. Tal vez pensando en esperar algunos metros a la UCR y atacar de contragolpe. El 4-5-1 se acomodó 4-1-4-1 en función de la marcación zonal para frenar a los universitarios.
En el medio campo las referencias eran evidentes. Era un 3 v 3 teniendo en cuenta la posición retrasada de Gabriels. Completa anulación que hizo muy difícil el tránsito fluido del balón por el centro. La clave estaba en lo que pudieran profundizar por los costados. Con lo trabado del juego, las bandas también fueron campo fuerte de batalla, terreno de nadie. Muy pocas oportunidades de gol en la primera parte. Finalizando precisamente el primer tiempo, un gran pase largo de Kareem McLean para Dave Myrie, que corría a la espalda de José Brenes, quién la prendió de pierna derecha entrando al área para una gran anotación. Los limonenses gustan de este tipo de jugadas aprovechando la velocidad y fuerza de sus jugadores para sacar ventaja. Tanto McLean como Pinnock tienen buena técnica para colocar ese tipo de pases en un juego muy vertical.
Para la complementaria, Juan Diego Quesada hizo sus variantes. Ingresaron los zurdos, pobló el medio campo y lanzó a Windell Gabriels como único hombre en punta (Díaz salió de cambio). La universidad se adueñó del balón y tuvo profundidad por los costados. Las figuras de Harris y Allen se hicieron importantes. Limón no se complicó para defender. El ingreso de Kendall Wilson le dio un respiro en ofensiva para retener la pelota en posiciones adelantadas.
Como conclusión podríamos decir que fue un partido para el típico empate. Con lo trabado en el medio campo la ventaja la sacó el equipo limonense con un juego directo que tanto daño le hace a la UCR. Fue poco vistoso con los dos equipos bien referenciados en las marcas. Con respecto a la universidad y el tipo de juego que quieren practicar ciertamente necesitan un poco más de protagonismo de sus individualidades e intensidad en favor de lo colectivo. Siguen con problemas defensivos que los aquejó el torneo anterior.