Fue un encuentro de bajo nivel. Dos equipos muy imprecisos. Se define el partido en un error de marcación de los centrales y el lateral derecho Mbia, que permitieron el gol de Keisuke Honda. Paul Le Guen, salió con un 4-3-3 con Eto’o corriendo desde la derecha. Por el centro Webo y por izquierda el juvenil Choupo-Moting. Por el centro del Campo Makoun era el llamado a generar el juego ofensivo pero fue apagado por los japoneses. De mediocentro el muchacho de 18 años nacido en Alemania, Joël Job Matip. Tiene buen recorrido, buena técnica. Sin embargo no es muy rápido y cuando el partido necesitó intensidad, Matip no pudo aportarla. Tuvo espacio para jugar ya que la marcación de zona de presión no era sobre él sino contra Makoun y Enyong Enoh. Et’o tuvo muy poco el balón, ni que decir de espacio, por lo que no sobresalión. Al final vinieron los cambios con Emana e Idrissou, pero el empate fue imposible.
El entrenador de Japón, Takeshi Okada, puso un 4-4-2 con líneas muy cerradas. Si algo tiene este equipo es fortaleza para la marcación. Al cotragolpe se sienten a gusto. Sin embargo al igual que los africanos, aún les falta ritmo. Jugadores como Honda, Okubo o Morimoto con juego rápido y vertical, parecen ser de mayor agrado para Okada, que otros más técnicos como Nakamura. Consiguen un triunfo importantísimo. Próximo partido frente a Holanda.