Todos los focos de atención estaban en el debut de España. Vicente del Bosque planteó un 4-2-3-1 para derrotar a Suiza. Sin Torres, Villa es el hombre en punta. Mucha movilidad y toque de balón por el centro, la duda era la profundidad con las bandas. Iniesta, Xavi, Silva y Villa, todos por dentro. La importancia de las subidas de Capdevilla y Ramos era vital. Claramente parte del trabajo de Suiza era evitar que los laterales españoles subieran y meter a España en la zona de presión para robar el balón. Ottmar Hitzfeld planteó un 4-4-2 muy sencillo, sin embargo viendo los hombres de la segunda línea, encontramos cosas interesantes. Huggel, Inler y Fernandes, mediocentros de marca. El cuarto es Barnetta. Estos cuatro jugadores tuvieron una labor impresionante de área a área. Fernandes y Barnetta marcando la salida de los laterales y también sumándose al ataque en los contragolpes. Por el medio Huggel sobre Xabi Alonso, Inler sobre Xavi, y el delantero Derdiyok bajaba hasta el medio para topar a Busquets. Adelante 3 contra cuatro defensores. Suiza siempre en superioridad numérica en todas las zonas de marcación.
España seguía con el toque, posesión e intercambio de posiciones en ataque, pero muy poca profundidad. Hubo falta de claridad para finalizar las jugadas. Llegaron los cambios, entró Torres, Navas y Pedro. Suiza estaba arrinconada en su propio terreno pero psicológicamente se sentían superiores. A esa altura del partido ya parecía imposible el empate. Navas estuvo incisivo pero dentro del área había una muralla. Mucho ojo que Navas podría ser titular el próximo partido.
Durísimo golpe para una planilla que viajó a Sudáfrica con todo. El siguiente rival es Honduras al cual deberán ganar por una diferencia importante de goles para tener chances de clasificación, ya que ante la derrota, es probable que los goles definan los clasificados.