Bajo unas condiciones climatológicas inempeorables y un estado del terreno de juego insólito, la selección de Estados Unidos consiguió derrotar a Costa Rica por 1 – 0. La anotación fue conseguida por Clinton Dempsey a los 15 minutos de iniciado el compromiso.
Jürgen Klinsmann decidió alinear con un típico 4-2-3-1, sin salirse mucho de los esquemas que ha venido trabajando. Como notamos en la previa, los jugadores se ordenaron sin sorpresas. No obstante es importante destacar la inclusión de Graham Zusi para mejorar en la creatividad del medio campo, mientras que Geoff Cameron fue reposicionado al lateral derecho; tal y como lo hace con el Stoke City.
Por su parte Jorge Luis Pinto optó por una formación un tanto más inusual, pero no desconocida. Un 5-4-1/3-4-3 similar al utilizado vs México en el Azteca. En relación al partido contra Panamá, realizó 5 variantes. Patrick Pemberton y José Salvatierra ausentes por lesión; Rándall Brenes fuera de convocatoria; Celso Borges y Christopher Meneses en el banquillo.
El partido se presentó en los primeros minutos con un ritmo lento. Ambos equipos en busca de adueñarse de la posesión. Sin embargo también se debe notar que las condiciones del terreno de juego no eran las mejores.
El gol de Estados Unidos toma mal parados a los costarricenses. Los tres centrales se van con el balón (Altidore) y dejan descuidado el resto del área. Fue el único remate directo de EEUU en todo el partido. Uno de los problemas de jugar con 3 centrales ante 1 delantero, es que constantemente obliga al defensa a salir de su zona. Altidore supo complicar el sistema defensivo, moviéndose frente al área, sacando a los defensores de posición para generar espacios a la segunda línea ofensiva norteamericana.
Comparación Altidore v Saborío:
Jozy Altidore tuvo 18/6 pases ( Verde buenos / morado malos) mientras que Álvaro Saborío 10/7 (Verde buenos / rojo malos). El norteamericano logró más participación al conectar con el medio campo y saliendo de su zona.
EEUU tenía superioridad numérica en el medio campo, por lo tanto a Costa Rica se le dificultó recuperar el balón y se fue resignando a defender. Los costarricenses atacaban con pocos hombres y tuvo muchos problemas entrar por el centro. Sin embargo por los costados asomó en dos ocasiones algo de peligro, gracias a los recorridos de Bryan Oviedo.
Los norteamericanos constantemente tenían situaciones de 3 v 2 en el mediocampo. Esto dio libertades a Clint Dempsey, para moverse por todo el frente de ataque. A pesar de los esfuerzos de Michael Umaña por salir a cerrar espacios, Dempsey recibió – principalmente en el primer tiempo – con mucha libertad y generó peligro desde distintas posiciones.
Comparación Dempsey v Ruiz:
Dempsey con la ventaja de estar en una posición centralizada en el 4-2-3-1, logró moverse por todo el frente de ataque. Sin embargo tuvo muchas libertades y recibía el balón con ventaja. Tuvo un total de pases de 34/7 ( Verde buenos / morado malos). Por otro lado Bryan Ruiz estuvo más pegado a la banda, pero fue el jugador costarricense más participativo en la parte creativa. Su compleción de pases sumó 23/8 (Verde buenos / rojo malos).
Pérdidas de balón de Michael Barrantes:
Debido a la desventaja numérica en el medio sector, sumado a las condiciones del campo, los mediocampistas costarricenses tuvieron un partido más que complicado, imposibilitados de asociarse y mantener la posesión de balón. En este aspecto el más perjudicado fue Michael Barrantes, con un porcentaje de compleción de pases apenas del 52%, sumando un total de 31/28 (Verde buenos / rojo malos).
En el segundo tiempo Costa Rica tuvo algunas oportunidades para el empate, sobre todo en ocasiones a balón parado. Sin embargo las condiciones del campo empeoraron y el trámite del partido se tornó muy complicado. La pelota no rodaba, hubo muchas equivocaciones en la entrega del balón. Constantemente la alternativa fue enviar la pelota arriba con fútbol muy directo y luchar en los balones divididos.
Más allá de la estrategia defensiva, para ambos equipos el traslado del esférico fue inoperante y el encuentro perdió calidad, y se volvió más una batalla campal que un partido de fútbol.
Existe el argumento de que lo difícil del campo era negativo para ambos combinados. Sin embargo la anotación de EEUU cambió el panorama a su favor. Obviamente tenían la ventaja en el marcador, pero al obligar a Costa Rica a tomar algunos riesgos y buscar meter velocidad al partido, evidentemente la cancha imposibilitaría ese juego de ida y vuelta o al menos mayor intensidad. Esa fue la clave, aprovechar el estado del terreno para restarle ritmo a las acciones. Literalmente congelar el partido.
El mismo día en Belfast, la UEFA suspendió el partido entre Irlanda del Norte y Rusia, debido a una tormenta de nieve. Ni siquiera los jugadores rusos – que habrán jugado uno que otro encuentro en condiciones nevadas – optaron por realizar un partido eliminatorio bajo esas condiciones. En el segundo tiempo el árbitro Joel Aguilar estuvo decidido en suspender el partido entre ticos y estadounidenses; minutos después sin claros argumentos, se reanudaron las acciones hasta completar el tiempo reglamentario.
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