Alemania simple y sencillamente atacó intensamente durante 30 minutos, anotó dos goles y luego jugó con tranquilidad. Con tanta comodidad que logró meter dos goles más para terminar goleando a los australianos. Pero si bien es cierto la goleada y el juego demostrado por Alemania fue muy destacado, el rival fue demasiado permisivo. No digo que Australia sea un rival fácil, ni un mal equipo. Simplemente no era rival para derrotar a Die Mannschaft.
Podolski, Müller y Özil, destrozaron la segunda línea australiana, que no cerró correctamente los espacios, permitiendo que entraran con muchísima facilidad al área. Los centrales quedaron expuestos ante los ataques provenientes de todos los flancos. Klose abrió los espacios. Özil puso pases filtrados, abusó de la última de los socceroos. Müller y Podolski llegaron a cerrar las jugadas. El 4-2-3-1 que Joachim Löw utilizó, mostró su eficiencia, siendo el sistema que promete llevarlos lejos en la competición.
Pim Verbeek intentó formar un 4-4-2. Con Cahill y García en el ataque. Esto ya nos advertía de lo retrasado en el campo que estaría Australia. Ni un solo hombre en punta. Valeri y Grella tuvieron un partido para el olvido. Chipperfield y Wileshire fueron superados numéricamente por los costados. Cahill tuvo muy poco, por no decir que nulo, acceso a la pelota, terminó desesperándose hasta ser expulsado, aunque de manera un poco drástica.
Alemania inicia el torneo de manera correcta y deja claro el mensaje de que puede dar la sorpresa, si es que tal cosas existe con ellos. Habrá que esperar ver a algunos de los jóvenes ser más exigidos. Como Özil, Müller, Badstuber o Khedira. Sin embargo, este equipo tiene la eterna virtud de que su rendimiento puede ir más alto que la suma de sus partes. Dos cosas interesantes que también nos deja la jornada, otro Müller número 13 vuelve a anotar en copas del mundo y Miroslav Klose con la anotaciónde hoy, está a cuatro goles de igual la marca de Ronaldo y a tres de su compatriota Gerd Müller como máximos anotadores en Copas del Mundo.