Precioso escenario del Nuevo Meadowlands albergó el amistoso entre Estados Unidos y Argentina. El primer tiempo fue un monólogo albiceleste pero en la segunda parte los norteamericanos lograron emparejar el ritmo e inclusive el marcador.
El checho Batista colocó un 4-3-3. Los dibujos tácticos sabemos que son abstracciones de los patrones del funcionamiento dentro del terreno de juego, debajo de esto hay matices y situaciones que van mucho más allá del esquema. Lo vemos más claro con equipos como Barcelona y España. Anoche también Argentina mostró un poco de esos matices. Con los laterales sumados al ataque como extremos, Mascherano retrocediendo para sumarse casi como central. Posiciones cambiantes. Messi tiene libertad total para transitar por las zonas. Baja para acarrear balones, se coloca al frente para ser un pivote ofensivo, aparece como extremo a pie cambiado, en general tiene la oportunidad de tomar sus propias decisiones.
La primera mitad fue de dominio absoluto de Argentina, con una superioridad en la posesión abrumadora, presión exhaustiva para recuperar el esférico y suma de hombres en ofensiva. Este buen desempeño no se vio reflejado en el marcador, ya que fallaron varias oportunidades claras de anotar. Solamente lograron convertir un gol, de al menos cuatro opciones de gol. Los Estados Unidos se vieron sometidos a ese dominio, imposibilitados de un flujo importante de recuperación y por ende contragolpes importantes. Landon Donovan se vio impreciso, situación algo inusual. Tanto Donovan como Dempsey amarrados en labores defensivas, necesitando perseguir a los laterales argentinos que se sumaban al ataque. Altidore no recibió alimentación de pases y Maurice Edu tuvo también poca participación con la pelota. Bob Bradley puso un 4-2-3-1, formación que no es usual en él pero que posiblemente ante las tendencias del fútbol ha decidido darle una oportunidad. Ya sabemos que el éxito de los entrenadores depende en gran parte de saber evolucionar de la mano con las tendencias. Es difícil poder evaluar ese esquema táctico, con un dominio tan marcado del rival, que no les permitió realizar un mejor fútbol de ataque.
Para el segundo tiempo Bob Bradley realizó un cambio en el esquema táctico, con el ingreso del colombiano Juan Agudelo por Jones y el lateral derecho Timmy Chandler por Spector. Volvió al 4-4-2 tradicional, con Edu y Bradley por el centro del campo, Dempsey y Donovan por los costados y Altidore y Agudelo al frente. Sin duda Estados Unidos se vio mucho mejor con esta formación, con mayor presencia ofensiva. La principal razón de este mejor desempeño se puede decir que fue en la actitud, la predisposición ofensiva, más que una razón táctica. Argentina seguía teniendo superioridad numérica en el mediocampo, ya que constantemente los tres del ataque bajan y los laterales suben entonces por momentos tienen hasta 8 jugadores en ese sector, facilitando mantener la posesión. En la parte complementaria Argentina bajó el ritmo, y Estados Unidos presionó por el empate. Chandler le dio aire fresco por la derecha, incursionando en ataque a diferencia de Spector que estuvo amarrado a su zona, y con los dos hombres en punta, los gringos llegaron a inquietar un poco más. No sería correcto afirmar que Estados Unidos arrinconó a Argentina, pero sí lograron equilibrar un tanto más la posesión. Claro está también, el empate lo consiguen por medio de una acción a balón parado, con cierta ayuda del portero Andújar que soltó el remate inicial de Bocanegra, y quedó a merced de Agudelo.
Un interesante compromiso que mostró un poco de lo nuevo que traen estas dos selecciones de cara a los compromisos de conferencia en los próximos meses, Copa Oro y Copa América. Argentina se vio muy prometedora en el primer tiempo y luego bajaron el ritmo mientras que Estados Unidos se animó a buscar el empate que consiguieron. Vamos a ver que mostrará Batista el martes para enfrentar a Costa Rica.
Foto Portada: SoccerbyIves.net
Highlights: